MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Española de Análisis de Valor (AEV) ha advertido este jueves de que los precios de la vivienda se han estabilizado y "no muestran signos decisivos de recuperación ni responden positivamente al crecimiento del PIB y del empleo", salvo en localizaciones aisladas.
En su III Informe del Observatorio de la Valoración el sector ofrece una primera justificación: "El mercado de trabajo no aporta ofertas de empleo estable que garanticen estabilidad en el medio y largo plazo a los hogares en formación y aquellos que necesitan una vivienda".
"Un hogar no tomará la decisión de comprar una vivienda sin unos ingresos estables y unas condiciones que reduzcan la incertidumbre futura. Por tanto, es clave el desarrollo de contratos permanentes", añaden las tasadoras, que incluso advierten del riesgo de que se cree una bolsa de hogares "sin formar de larga duración", haciendo suyo el argot del mercado de trabajo.
En esta circunstancia, el informe aclara que la recuperación que se aprecia en la construcción no viene del segmento residencial, sino de otro tipo de construcciones e infraestructuras. Así, mientras que la inversión residencial mostró un crecimiento real del 1,4% en el primer trimestre de este año, esas otras áreas reflejaron un repunte del 7%.
Además, el informe recuerda que la actividad existente se viene comparando con años previos en los que se encontraba en mínimos históricos, con lo que se estaría produciendo, sobre todo, un "efecto estadístico" propio de los inicios de la recuperación de una crisis.
Volviendo a los precios, éstos están repercutiendo la falta de demanda en una estabilización nominal, puesto que, según la AEV, los crecimientos observados este año se deben sobre todo al efecto de la inflación negativa. No obstante, el informe prevé que la inflación se sitúe en terreno positivo, en el 0,06%, en el segundo trimestre.
SE MANTIENE LA DIFICULTAD PARA ACCEDER AL CRÉDITO.
Por otro lado, las tasadoras señalan también que, aunque se ha percibido una recuperación de los flujos de crédito, no se han flexibilizado demasiado las restricciones crediticias. Según señalan, se mantiene una ratio de crédito sobre el valor de la vivienda cercano al 50%, lo que implica que los nuevos deudores hipotecarios deben comprar la vivienda con la entrega de la mitad de su precio efectivo.
"Parece una condición dura para la mayor parte de la demanda potencial, que son fundamentalmente, nuevos hogares", añaden, para apostillar que también hay que tener en cuenta que esta ratio podría aumentar "súbitamente" con un incremento de los tipos de interés, como ocurrió en 2006.
En cuanto a la construcción de nuevas viviendas, el informe señala que la mayor presencia de migrantes y la elevada movilidad muestran necesidades residenciales que, no obstante, se pueden cubrir "sin requerir necesariamente nuevas construcciones".