PARIS 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los trabajadores de la empresa Nortel France, situada en la localidad de Châteaufort, en la región parisina, han seguido el ejemplo de sus colegas de New Fabris y amenazan con hacer saltar la fábrica por los aires si no logran cobrar una indemnización por despido de 100.000 euros.
Filial del fabricante de equipos de comunicación canadiense, la empresa fue declarada en quiebra el pasado 28 de mayo y, aunque puede continuar con su actividad hasta su venta, prevé suprimir 467 de los 683 puestos de trabajo actuales.
Los trabajadores llevan una semana en huelga para denunciar una "liquidación abusiva" pero a falta de una reacción de los administradores judiciales han decidido pasar a mayores. Delante de la fábrica, un cementerio ficticio lleno de cruces simboliza el número de despidos y una decena de botellas de gas en fila están preparadas para presionar en la negociación de los despidos.
Los huelguistas quieren que los adminitradores judiciales franceses y británicos se reúnan hoy mismo y que de este encuentro salgan resultados. "Si los administradores no asumen sus responsabilidades, la fábrica corre el riesgo de explotar. La gente no tiene nada que perder e irán hasta el final", advierte un representante sindical.
El ultimátum fijado por los asalariados es el próximo 20 de julio, fecha en la que el comité de empresa debe pronunciarse sobre el llamado plan social. "Si para nosotros se acaba el 20, se acabará para todo el mundo", añade un huelguista.
El método es similar al de los empleados de New Fabris, fabricante de material para coches también en quiebra, que exigen a sus principales clientes, Peugeot y Renault, un acuerdo antes del 31 de julio para pagar 30.000 euros de indemnización a los despedidos. De no lograrlo, aseguran que harán volar la fábrica.