MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
La entrada en funcionamiento de la Unión Bancaria permitirá que la percepción del riesgo en la economía dependa menos del país y más de los bancos concretos, debido a que las entidades compartirán regulación, supervisión y mecanismo de resolución.
Según el grupo de economistas que forman EuropeG, el fortalecimiento de la arquitectura de la unión monetaria y la reducción de la exposición de los sistemas bancarios a nuevas crisis dependerá de la calidad con que se lleve a cabo esa supervisión común.
En su último informe, EuropeG reclama mayor competencia no bancaria en la Unión para garantizar una mayor oferta de financiación empresarial y advierte de la necesidad de alejar los riesgos del vínculo "perverso" entre deuda soberana y estabilidad bancaria para que los contribuyentes "no vuelvan a soportar la mayor parte de los costes de las crisis bancarias".
Indican que la Unión Bancaria "no facilitará necesariamente una mayor competencia en los sistemas financieros muy bancarizados" y apuntan que la gestión de la crisis financiera en Europa "ha conducido a una elevación en el grado de concentración bancaria que reducirá el poder de negociación de los usuarios de servicios financieros".
Por ello, entienden que es conveniente que se avance hacia una mayor oferta de servicios e instituciones financieras no bancarizadas para garantizar una mayor oferta de financiación empresarial.