MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, ha descartado de plano ante la junta general de accionistas que la entidad necesite recurrir a las ayudas públicas después de que España solicitara al Eurogrupo asistencia financiera para sus bancos.
Ron ha indicado que el plan de saneamiento para dar cumplimiento a las dos últimas normas financieras del Gobierno que obligan a incrementar las provisiones para afrontar el riesgo inmobiliario permitirá cumplir con las exigencias previstas sin respaldo público.
"Se trata de un plan de negocio que nos permitirá cumplir en dos años conforme lo que nos permite la legislación vigente, y sin ayudas públicas, con las importantes exigencias de los dos reales decretos ley", ha recalcado Ron.
El plan de negocio 2012-2013 presentado al Banco de España incorpora una provisión voluntaria de 2.800 millones por hipotecas, créditos a empresas y consumo, así como la obtención de plusvalías de 2.000 millones de euros mediante desinversiones.
Según Ron, la cifra de ayuda para la banca solicitada a Europa por España "debería disipar duda alguna sobre la capacidad de recapitalización del sistema financiero por duro que sea el contexto económico", y dar tranquilidad a los mercados, a los depositantes y a los accionistas.
DISTINGUIR ENTRE ENTIDADES VIABLES Y NO VIABLES.
Asimismo, el presidente del Popular dijo coincidir con la convicción del Gobierno de que "las necesidades de capital se centran en un 30% del sistema financiero, que ya ha recibido ayudas públicas", y recalcó la necesidad de distinguir "entre entidades no viables y las que no lo son".
"Deberíamos haber empezado el proceso por esto, sin contaminar a las entidades sanas. Ahora lo que pedimos es que se acabe cuanto antes con la incertidumbre generada por la valoración independiente", afirmó Ron.
El presidente del Popular se refería de esta manera al ejercicio de valoración de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger sobre los activos de la banca, que servirán de guía para definir las necesidades de capital individuales y por tanto, la solicitud concreta de ayudas de la facilidad global de 100.000 millones de euros comprometida.
Respecto a los test de estrés sobre los que se parte para determinar los capitales exigibles, Ron ha recalcado que aflorarán eventuales pérdidas en un entorno económico adverso "que, en palabras del Gobierno español, no se va a producir".
CONTRARIO A MÁS PROVISIONES AL CRÉDITO A PYMES.
Por otro lado, ha advertido de que si al negocio de financiación a pymes y familias se les exigen elevadas provisiones por pérdidas no incurridas o recargos de capital, "se estará desincentivando la financiación de la economía productiva, se pondrá en peligro la circulación del crédito y se dificultará aún más la recuperación económica".
Para Ron, "el problema de fondo no es la banca española" y lo que los mercados están solicitando es confianza y decisión política para desarrollar "un proyecto europeo de integración fiscal, económica y social. En definitiva, más Europa".