LONDRES, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) considera que la "frágil" recuperación macroeconómica en mercados claves seguirá siendo la principal presión para los rating de los bancos mundiales en las condiciones actuales, según informó la agencia en un comunicado.
"Las frágiles condiciones en economías claves y la transición a una regulación más estricta seguirán pesando en los bancos a nivel global a lo largo de 2013", destaca S&P, que espera un moderado repunte del crecimiento del PIB este año, aunque advierte de que la recuperación será más prolongada y desigual que en ciclos anteriores y conllevará un "duro entorno operativo" para el sector bancario global.
"Como esperábamos, los bancos están en general reparando y fortaleciendo sus balances. Sin embargo, en nuestra opinión muchos todavía tienen un largo camino que recorrer para adaptarse plenamente al futuro entorno económico, regulador y de mercado", explica.
Asimismo, considera que el extraordinario apoyo que gobiernos y bancos centrales han prestado a sus sistemas bancarios continuará "aún durante un tiempo", especialmente en Europa, y seguirán siendo un factor importante en muchos de sus ratings, al menos entre tres y cinco años más.
En su opinión, los Gobiernos no pueden permitirse la quiebra de bancos de importancia sistémica o que se interrumpan los flujos de depósitos por el "grave impacto que tendría en la estabilidad financiera y en el crecimiento económico".
Asimismo, señala que la debilidad en el entorno operativo de los bancos es más evidente en Europa, donde las tensiones financieras se han transformado en un malestar económico en medio de un amplio despalancamiento del sector privado y público.
Respecto a la eurozona, aunque reconoce que está comenzando de forma muy gradual a implementar reformas estructurales para mejorar la integración financiera, considera que el crecimiento en la región continuará a la zaga del de otras partes del mundo. En el caso de Estados Unidos, apunta que sigue teniendo que hacer frente a la sostenibilidad fiscal en el largo plazo, pese a haber evitado el 'abismo fiscal'.
Por otro lado, considera que existen pruebas de que los bancos están haciendo progresos a la hora de mejorar su liquidez y su capital para cumplir con los nuevos requisitos y con las expectativas de los inversores. Sin embargo, la transición a un modelo de negocio y a un balance más sostenibles llevará en algunos casos más de lo previsto por las débiles condiciones operativas.