Una de las cuestiones por dirimir es a quién corresponde abonarle la indemnización, a Liberbank o a la Caja
SANTANDER, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
La indemnización que recibirá Javier Eraso tras abandonar la dirección general de Caja Cantabria se encuentra en el entorno de los 1,2 millones de euros, según las estimaciones que se barajan en círculos de esta entidad.
Exactamente, la marcha de Eraso no es una dimisión, sino una rescisión de su contrato, lo que permite que tenga derecho a la indemnización económica.
Es una fórmula a la que puede acogerse por dos motivos: bien porque se haya producido un cambio muy importante en las funciones que desempeña, o bien porque la empresa para la que trabaje haya experimentado una transformación muy profunda.
Ambas causas concurren en Eraso, director general de Caja Cantabria, un cargo que, con todo el proceso de integración de Liberbank, pierde bastantes de sus competencias financieras, según han explicado a Europa Press fuentes de la entidad.
Pero además, Eraso inicialmente iba a ser director del área de Internacional del nuevo Banco (entonces Banco Base, cuando de él formaba parte la CAM, la Caja de Ahorros del Mediterráneo). La operación se frustró y en la organización de la nueva entidad, Liberbank, integrada por Cajastur y Caja Extremadura, pasó a ser director del área de Banca de Empresas.
Además de la indemnización, cuyas condiciones han variado en los últimos años, dispondrá de un fondo de pensiones que recibirá si opta por capitalizarlo y cuya cuantía no ha trascendido por el momento, pero que se mueve en los márgenes que se manejan en el sector.
Una de las cuestiones que tendrán que dirimirse es a quién le corresponde abonar la indemnización. Caja Cantabria es accionista de Liberbank, que entiende que todo lo relacionado con Eraso es una cuestión interna de la entidad cántabra.
De hecho, el abandono de la dirección general de la Caja cántabra no supone, formal ni automáticamente, la marcha de su puesto directivo en el nuevo banco, aunque no se descarta que esto suceda más adelante.
En cualquier caso, en la Caja confían en que la indemnización a Eraso, de tener que hacerla ellos, no afecte a los fondos que van para la Obra Social. Una Caja como tal no tiene beneficios, y lo que 'sobra' tras las operaciones es lo que se dedica a esta parte destinada a fines sociales.
Pero en este caso, tras el proceso de Liberbank, la Obra Social recibe una asignación fija, durante los primeros tres años, que se corresponde con la media de la que viniera recibiendo en el período precedente.
Y argumentan que el cargo de director general se dedica a asuntos financieros, justo los aspectos que se han subrogado a Liberbank. La Caja como tal sólo tiene el Consejo de Administración, la Asamblea y la Obra Social, o sea, los asuntos no estrictamente financieros, que son los que se han derivado al nuevo Banco, y que son precisamente los que se encuadraban dentro de las competencias de la Dirección General que ostentaba Eraso.