LONDRES, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Santander UK ha superado holgadamente las pruebas de esfuerzo a las que el Banco de Inglaterra (BoE) ha sometido a las ocho mayores instituciones de crédito de Reino Unido y que se han saldado con el único suspenso del Co-operative Bank, que deberá remitir ahora al supervisor un plan de recapitalización.
Según los resultados desvelados por el banco central británico, la filial en Reino Unido del banco presidido por Ana Botín alcanzaba una ratio de capital básico (CET1) del 7,6% en el escenario estresado sin incorporar las medidas estratégicas adoptadas por la entidad, frente al umbral mínimo del 4,5% exigido por el BoE.
Esta ratio de capital básico ascendía al 7,9% al sumar las medidas adoptadas por Santander UK, que en el momento de las pruebas contaba con un capital CET1 del 11,8%, el tercero más elevado entre los grandes bancos británicos.
Los ocho bancos examinados por el BoE han sido Barclays, Co-operative Bank, HSBC Bank, Lloyds Banking Group, Nationwide Building Society,
Royal Bank of Scotland, Santander UK y Standard Chartered.
De estas ocho granes instituciones de crédito, úncamente Co-operative Bank ha suspendido los test de estrés al registrar una ratio de capital básico del -2,6% en los escenarios estresados planteados, por lo que deberá presentar un plan de recapitalización.
No obstante, los resultados de las pruebas han señalado los apuros de RBS y Lloyds, ambas entidades participadas por el Estado, para superar el examen al contar con una ratio de capital CET1 del 4,6% y el 5% respectivamente.
"Tras las pruebas de estrés, tres de los ocho bancos participantes (Co-operative Bank, Lloyds Banking Group y Royal Bank of Scotland) necesitaron fortalecer adicionalmente su capital, aunque, dadas las continuadas mejoras en la resiliencia de los bancos registradas a lo largo de 2014 y los planes de recapitalización aplicados, sólo Co-operative Bank deberá remitir un plan revisado de recapitalización".
El escenario de estrés planteado en sus pruebas por el supervisor incluía un fuerte incremento del paro hasta el 12%, cuando actualmente se encuentra en el 6%, así como un alza de los tipos de interés al 4%, desde el actual 0,50%, así como una caída de los precios de la vivienda del orden del 30%.