MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno tendrá en cuenta la evolución de la economía española a la hora de fijar el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2010 y, en concreto, los "posibles efectos negativos" que pudieran tener sobre el empleo una subida "muy superior a la inflación real" de este indicador, tras el aumento del 4%, hasta los 624 euros mensuales, que registró en 2009.
En una respuesta parlamentaria al diputado de IU, Gaspar Llamazares, a la que tuvo acceso Europa Press, el Ejecutivo recuerda su compromiso electoral de que el SMI alcance los 800 euros mensuales al final de la legislatura, un objetivo que implica un incremento lineal del 8% cada año entre 2009 y 2012.
Sin embargo, precisa que para el presente año ya se tuvo en cuenta la "necesaria moderación salarial" acorde con una previsión de inflación "muy por debajo de los niveles alcanzados en los ejercicios anteriores" que se ha confirmado posteriormente, ya que el IPC lleva en tasas negativas durante los últimos ocho meses.
Para el cierre de 2009, el Ministerio de Economía y Hacienda confía en el retorno de la evolución de los precios a niveles positivos, aunque muy moderados, que se mantendrán a los largo del próximo año.
Además, en la memoria económica que acompaña al proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2010, el Ejecutivo muestra su confianza en que una "moderación salarial por debajo de la productividad", aunque garantizando al mismo tiempo "ganancias de poder adquisitivo", contribuirá a frenar el crecimiento de la tasa de paro.
En cualquier caso, el Ejecutivo recuerda que entre los elementos determinantes para decidir las cuantías del SMI, que se fijarán a final de año a través de un real decreto, tiene un lugar destacado "el diálogo social con los sindicatos y los empresarios".