La Seguridad Social buscará acuerdos con las comunidades autónomas para controlar las bajas laborales desde el primer día
MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
La Seguridad Social quiere que las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales colaboren más entre ellas, fomenten el asociacionismo a través de nuevos procesos de fusión y trabajen más estrechamente con los servicios sanitarios públicos de las comunidades autónomas, lo que permitiría a su vez ejercer un mayor control sobre la calidad de los servicios que prestan estas entidades.
Estos son algunos de los objetivos que, en relación con las mutuas de accidente, se ha marcado el Ministerio de Trabajo e Inmigración para esta legislatura, según explicó hoy el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, en un encuentro con la prensa.
En concreto, la Seguridad Social pretende que el Ministerio de Sanidad pilote junto a Trabajo un proceso que permita a los servicios sanitarios autonómicos aprovechar los recursos de las mutuas y a éstas servirse de lo que les ofrece la sanidad pública, y todo con el objetivo de mejorar la calidad de los servicios que se prestan a los ciudadanos.
Se trataría, explicó Granado, de que las mutuas redujeran "radicalmente" su necesidad de comprar y vender servicios al sector privado y de que éstas y los servicios sanitarios públicos se utilizaran mutuamente.
Esto evitaría, por ejemplo, que una mutua recurriera a un acuerdo con una consulta o médico del sector privado para poder prestar sus servicios, pues podría hacerlo en un hospital público. Además, los recursos de los que disponen las mutuas, especialmente notables en áreas como la traumatología o la rehabilitación, ayudarían a 'descargar' las listas de espera de los hospitales públicos con los que colaboraran.
El modelo que le gusta a la Seguridad Social es el que está vigente en Aragón. Allí existe un consorcio entre la Dirección General de Salud y una mutua regional para cogestionar hasta cinco hospitales comarcales.
MÁS FUSIONES Y GRANDES CORPORACIONES ESTATALES.
La venta y compra de servicios privados que hacen las mutuas también podría evitarse si aumenta el asociacionismo entre estas entidades. Actualmente, en España operan 20 mutuas de accidente. Ocho de ellas están agrupadas en torno a Corporación Mutua, que engloga a la mutua de Ceuta (Cesma), Ibermutuamur, la mutua de accidentes de Canarias (MAC), MC Mutual, Mutua gallega, Mutualia, Solimat y Unión de Mutuas.
Otras cuatro constituyeron recientemente una nueva corporación, de nombre SUMA Intermutual. A ella pertenecen la Mutua Montañesa, MAZ, Umivale y Mutua Navarra. Las ocho restantes 'van por libre'. Para Granado, y a pesar de haberse reducido en número en los últimos años, la cifra de mutuas existentes sigue siendo "exagerada".
En este sentido, abogó por seguir progresando en los convenios entre mutuas y en sus procesos de fusión y contar, al final, con una o varias agrupaciones estatales, sin perjuicio de que también exista alguna corporación a nivel regional. Ello permitiría un mejor aprovechamiento de los recursos, pues en aquellas regiones donde unas mutuas son más débiles, podrían servirse de los recursos de las demás asociadas para atender a sus afiliados.
A modo de ejemplo, el secretario de Estado de la Seguridad Social explicó que resulta bastante frecuente que una mutua tenga un hospital en una localidad determinada y el resto tenga que llegar a acuerdos con clínicas privadas para poder prestar sus servicios, en lugar de hacerlo a través de dicho centro médico.
"Nos gustaría que en esa localidad todo el servicio se prestara en ese hospital, que las mutuas se relacionaran entre sí y llegaran a acuerdos para prestar sus servicios a través de la mutua arraigada (en esa zona)", manifestó.
Granado destacó que la solvencia de las mutuas es "muy fuerte", pues entre todas disponen de casi 4.000 millones de euros en reservas. En 2007, el resultado contable de estas entidades ascendió a 1.530 millones de euros, un 18,4% más que en 2006.
EL CONTROL DEL 'ABSENTISMO' INJUSTIFICADO.
La Seguridad Social también quiere colaborar con las comunidades autónomas en la búsqueda de un sistema informático que permita conocer el número de bajas laborales que se coge cada trabajador y el volumen de partes de baja que expide cada profesional médico. Esta medida ayudaría a combatir el absentismo laboral, diferenciando entre el que está justificado por enfermedad del que es fruto de la picaresca de los trabajadores.
Actualmente, la Seguridad Social sólo puede controlar estos procesos de baja a partir del decimosexto día, momento en el que pasa a hacerse cargo plenamente de la prestación económica del trabajador. Los quince días anteriores de la baja los paga la empresa, por lo que, para evitar los controles de la Seguridad Social, lo que hacen algunos trabajadores es cogerse un mayor número de bajas pero de duración más corta. En definitiva, lo que pretende Trabajo es que "pague quien pague" haya un control sobre este tema.
El absentismo laboral es mayor en el sector del autómovil, donde buena parte del sueldo (cerca de un 40%) está ligado a la productividad, y en el sector público, pues la edad media de sus trabajadores es superior a la del sector privado.