El empleo sobrecualificado se dispara más de un 12% en los últimos tres años
MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El 68% de los trabajadores menores de 25 años (475.539) está sobrecualificado, es decir, que su formación es superior a la requerida para el puesto que desempeña, un fenómeno que se da sobre todo en la hostelería y el comercio.
Por contra, el 9,5% de los jóvenes está infracualificado (su formación es inferior a la requerida para el empleo) y el 22,5% está cualificado (la formación del trabajador se ajusta a su ocupación), según un estudio presentado este miércoles por el presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, en rueda de prensa.
Para Cruañas, es un dato "muy serio" que casi siete de cada diez ocupados menores de 25 años esté desempeñando puestos de trabajo inferiores a la formación recibida. "Tenemos a la generación de jóvenes más preparados de la historia y el mercado laboral no puede desperdiciar este valioso recurso que estamos dejando escapar, como explican la fuga de talento y el efecto desánimo reflejados en la última Encuesta de Población Activa", ha advertido el presidente de Asempleo.
Además de a los jóvenes, la sobrecualificación afecta también en mayor medida a los mayores de 55 años y se concentra más en las mujeres y en el sector servicios, seguido de la industria manufacturera y el transporte.
Según Asempleo, el número de trabajadores sobrecualificados se ha disparado más de un 12% entre 2013 y 2016, pasando de 8.764.862 a 9.856.090 personas a cierre del año pasado, lo que en términos absolutos equivale a un incremento de casi 1,1 millones de personas.
En total, la sobrecualificación afecta al 53,3% del total de los ocupados y, según Asempleo, es más común entre quienes estudian o han estudiado ingeniería, arquitectura o Derecho, entre otras carreras.
Mientras la sobrecualificación ha aumentado en los últimos tres años a una tasa de dos dígitos, la cualificación sólo lo ha hecho un 5% y representa el 43,2% del total de la ocupación. En sentido contrario, la infracualificación se ha reducido más de un 13% desde 2013 y supone únicamente el 3,6% del conjunto del empleo.
MUJER JOVEN, PERFIL DEL EMPLEADO SOBRECUALIFICADO
Cruañas ha explicado que en el inicio de la recuperación todo el empleo que se creó fue sobrecualificado, mientras que durante la etapa de consolidación se empezó a generar un empleo más ajustado a la formación de los nuevos ocupados, es decir, empleo cualificado. Sin embargo, en los seis últimos meses la tendencia se ha revertido y ha vuelto a aumentar la sobrecualificación en los puestos creados.
El empleo temporal no sólo ha impulsado en mayor medida la ocupación que el indefinido, sino que además ha conseguido un mejor ajuste entre la formación de los trabajadores y los puestos en los que se han empleado, generando una mayor proporción de empleo cualificado.
Con todos estos datos en la mano, el perfil del trabajador sobrecualificado en España se corresponde con el de una mujer joven menor de 25 años, trabajadora del sector servicios, la industria o el transporte y con un contrato indefinido. Por el contrario, el perfil del trabajador cualificado se identifica con el de un varón mayor de 55 años, trabajador de la construcción y de los servicios profesionales, con un contrato temporal.
Por comunidades autónomas, el informe de Asempleo revela que Madrid es la comunidad con menor proporción de trabajadores sobrecualificados (3,7%), frente a Baleares y Comunidad Valenciana, que lideran el empleo sobrecualificado en España, con porcentajes del 9,1% y del 11,9% sobre el total de ocupados, respectivamente.
Para Asempleo, es importante tomar medidas para que la formación se ajuste a las necesidades reales del mercado, lo que requiere también una reconversión de los desempleados y de los trabajadores en activo para adaptarse a las demandas de las empresas.
"Y eso nos lleva a pedir que se reformulen las políticas activas de empleo, tanto públicas como privadas, y a que al igual que la formación debería darse a lo largo de toda la vida laboral, también debería existir una orientación profesional permanente para que se pudieran reconducir carreras profesionales", ha indicado Cruañas.
Esta formación y orientación permanente, ha agregado, debería completarse con intermediación laboral más ágil, pues, según ha denunciado, hay puestos de trabajo que no se cubren por desconocimiento o porque no es posible la movilidad. En la mayoría de estos casos, estos empleos sin cubrir están relacionados con las nuevas tecnologías.