WASHINGTON, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Banco Mundial ha rebaja cuatro décimas su previsión del PIB mundial para 2016, desde el 3,3% que esperaba en junio hasta el 2,9%, ya que el flojo crecimiento de los principales mercados emergentes afectará fuertemente a la economía global y compensará la mayor fortaleza de los países avanzados.
Según el informe 'Perspectivas económicas mundiales 2016' publicado por la institución, pese a esta revisión a la baja la actividad económica tendrá un repunte moderado el próximo año en comparación con el incremento del PIB del 2,4% con el que cerrará 2015, también cinco décimas menos de lo esperado en junio.
En este sentido, el informe explica que el crecimiento económico mundial en 2015 fue inferior al previsto, debido a que la disminución del precio de los productos básicos, la debilidad de los flujos comerciales y de capital y los episodios de inestabilidad financiera socavaron la actividad económica.
En su opinión, la firmeza del crecimiento dependerá de la continuidad del ímpetu de los países avanzados, de la estabilización del precio de los productos básicos y de la transición gradual de China hacia un modelo de crecimiento que se base más en el consumo y los servicios.
Según sus pronósticos, las economías en desarrollo crecerán un 4,8% en 2016, seis décimas menos de lo que se había previsto anteriormente, pero más que el 4,3% registrado en el año que acaba de terminar.
En concreto, las proyecciones indican que el crecimiento se desacelerará aún más en China (hasta el 6,7% en 2016), mientras que Rusia (-0,7%) y Brasil (-2,5%) seguirán en recesión en 2016. Por el contrario, la región de Asia meridional, encabezada por la India (7,8%), presenta un panorama esperanzador.
Por otro lado, el Banco Mundial advierte de que, "si bien es poco probable que se produzca, una desaceleración más rápida que la prevista en las grandes economías emergentes podría tener repercusiones mundiales".
Entre los riesgos, la institución también menciona una posible tensión financiera durante el ciclo restrictivo iniciado por la Reserva Federal estadounidense y las crecientes tensiones geopolíticas.
IMPACTO EN LA POBREZA.
El Banco Mundial también alerta de que la debilidad observada simultáneamente en la mayoría de los principales mercados emergentes dificulta la posibilidad de alcanzar los objetivos de reducción de la pobreza y prosperidad compartida, ya que dichos países "contribuyeron enormemente al crecimiento mundial en los últimos años".
En este sentido, avisa de que los efectos secundarios derivados de los principales mercados emergentes limitarán el crecimiento de los países en desarrollo y pondrán en peligro los logros obtenidos en los esfuerzos en reducir la pobreza.
"Más del 40% de la población pobre del mundo vive en países en desarrollo donde el crecimiento se desaceleró en 2015", señaló el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, quien pidió a estas economías que se concentren en "fomentar su capacidad de recuperación ante una situación económica más endeble y en proteger a los más vulnerables".
"Los beneficios de las reformas de las condiciones comerciales y de gobierno pueden ser cuantiosos y podrían ayudar a compensar los efectos de la lentitud del crecimiento en las economías más grandes", remarca.