LA HABANA, 16 Dic. (Reuters/EP) -
Aunque Cuba ha cumplido algunos de sus objetivos económicos en 2010, su recuperación sigue viéndose frenada por el descontrol, la baja producción y la dependencia de las importaciones, según reconoció este miércoles el ministro de Economía, Marino Murillo.
En un debate en el Parlamento cubano transmitido por la televisión pública, Murillo dijo que se ha conseguido que este año el PIB haya crecido en la proporción prevista. El ministro había pronosticado un crecimiento económico del 1,9 por ciento para 2010 y esa cifra es la que ha publicado esta semana la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Sin embargo, Murillo describió un panorama sombrío de mala planificación y oportunidades de negocios perdidas para Cuba. "Hay que tener mucha disciplina, porque si no, no ordenamos esta economía. Son momentos de mucha indisciplina", manifestó.
El presidente Raúl Castro, presente en el debate de este miércoles, ha dicho que su prioridad es resucitar la frágil economía cubana para garantizar la supervivencia del sistema socialista instalado tras la revolución de 1959. Castro anunció este año una serie de reformas económicas que incluyen la eliminación de 500.000 empleos públicos y la expansión del pequeño sector privado.
Según Murillo, Cuba ha logrado reducir en 2010 su enorme gasto público, ordenar su deuda y controlar mejor el ingreso de divisas. Aun así, advirtió, la importación de alimentos continúa siendo un importante lastre para la economía cubana y se cree que absorberá unos 1.600 millones de dólares en 2011.
Las deficiencias de producción han hecho que este año el país haya dejado de percibir 120 millones de dólares por oportunidades perdidas en la exportación de níquel y 65 millones en la exportación de azúcar, añadió.
Por otro lado, el ministro señaló que la productividad del trabajo aumentó un 4,2 por ciento en 2010, y los salarios medios, un 4,4 por ciento. "Es un buen síntoma, porque llevábamos varios años sin resolver ese problema", dijo.
El informe sobre la economía cubana abrió el miércoles la segunda y última sesión anual del Parlamento. Los debates, que duran tres días, se centrarán en las reformas propuestas por Castro para actualizar el modelo socialista cubano.