La agencia destaca la capacidad financiera de España, la fortaleza de las exportaciones y la mejora de la competitividad
LONDRES, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha confirmado la nota 'BBB' de la deuda soberana de España a largo plazo, aunque ha decidido mantener su perspectiva en 'negativa', según informa en un comunicado, en el que destaca la fortaleza de las exportaciones y la mejora de la competitividad, entre otros aspectos.
En concreto, Fitch explica que una de las razones de esta decisión es que sus previsiones recogen que la deuda pública seguirá por debajo del 100% del PIB pese al asumido cierto desvío de los objetivos fiscales y a que el país continuará durante 2013 en una "profunda recesión".
La agencia asume que el ratio de deuda de España alcance un máximo del 96% del PIB en 2014-2015, incluido el apoyo a la banca española, cifra que considera "asumible". En su opinión, el volumen de las ayudas al sector bancario español no superarán los 60.000 millones de euros, cifra que incluye lo aportado por el FROB en 2011.
Además, cree que la economía comenzará a recuperarse en 2014, una vez que se alivien las presiones que suponen la austeridad fiscal y las condiciones de financiación, y calcula que el potencial de crecimiento del país en el medio plazo es del 1,5%.
En este sentido, explica que mantener el rating de España en grado de inversión refleja además que el país tiene aún cierto margen de maniobra en materia fiscal, aunque "significativamente reducido", pero agrega que estas previsiones de deuda son sensibles a posibles 'shocks'.
"El compromiso de la autoridades para reducir el endeudamiento público es fuerte, pero llevará varios años más eliminar el déficit fiscal en términos estructurales", afirma Fitch, que califica la economía española de "diversificada y con un relativamente alto valor añadido".
En esta línea, también subraya que el ajuste de la balanza de pagos de España se está produciendo a un ritmo más rápido del esperado, lo que refleja en parte la fortaleza de las exportaciones y la mejora de la competitividad.
CAPACIDAD DE FINANCIACIÓN.
Por otra parte, subraya que España ha demostrado su resistencia y flexibilidad financiera durante la crisis, y que el plazo medio de su deuda pública sigue siendo mayor que en otros países con ratings similares pese a haberse reducido recientemente. Así, añade que si España recurre a la ayuda del Banco Central Europeo (BCE), la petición en sí misma no tendrá ningún impacto en la nota.
En esta línea, explica que el actual rating está basado en que España mantendrá su acceso al mercado y en que el Gobierno pediría ayuda a sus socios europeos en el momento adecuado en caso de que sea necesario para evitar tensiones innecesarias en la liquidez.
Por otro lado, añade que el rating de España es menor que el de otras grandes economías avanzadas debido al gran riesgo que representan para su solvencia el ajuste económico y financiero dentro de la eurozona. "Las perspectivas de crecimiento son inciertas, todos los sectores de la economía están relativamente endeudado y el desempleo es excepcionalmente alto", agrega.
CAMBIOS EN EL RATING O LA PERSPECTIVA.
Respecto a la perspectiva 'negativa', indica que existen varios factores de riesgo que podrían llevar a una rebaja de la calificación, como que el país no logre situar el ratio de deuda pública en una senda descendente en el medio plazo o que haya una mayor incertidumbre sobre el mantenimiento de la postura de España en política económica y fiscal.
Asimismo, considera un riesgo que se produzca una recesión más larga y profunda de lo que se prevé, lo que socavaría los esfuerzos de consolidación fiscal y empeoraría la calidad de los activos de la banca más de lo que se anticipa.
En esta línea, advierte de que también podría provocar una rebaja de la calificación un "deterioro sostenido" de las condiciones de financiación como consecuencia de una intensifciación de la crisis de la eurozona. "Esto se contagiaría a un endurecimiento de las condiciones de crédito para el sector privado y en una recesión más profunda", remarca.
Por el contrario, añade que podría cambiar la perspectiva a 'estable' si se produce una perspectiva más segura de una sostenida recuperación económica que lleve a una estabilización del mercado laboral y a unas mejores dinámicas fiscales.
Asimismo, también mejoraría el rating de España si existen más evidencias de que la estrategia fiscal del Gobierno provoca una reducción sustancial del déficit en 2012 y 2013, lo que reduciría los riesgos en las perspectivas del ratio de deuda. Además, consideraría "positivo" una mejora de la competitividad internacional de España y la implementación de reformas que mejore el crecimiento.