Garzón pregunta al Gobierno si tiene "un plan B" ante la posibilidad de que "eventos ajenos a su voluntad" saquen a España del euro
MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El portavoz económico de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en el Congreso, Alberto Garzón, propondrá en el Congreso que expertos del Banco de España realicen una auditoría de la deuda pública para detectar qué partes pueden ser consideradas "ilegítimas" y reclamar que no se paguen, según ha explicado a Europa Press.
En su iniciativa, el diputado malagueño, vinculado con el movimiento 15-M, propone realizar "por primera vez en España" un análisis detallado sobre los diferentes contratos de deuda pública que tiene suscritos el Tesoro para identificar las razones que motivaron cada emisión, con quién se ha contratado o por qué cantidades.
De esta manera, se podrían "identificar los contratos que pueden considerarse de 'deuda odiosa'", concepto recogido en la doctrina económica internacional y que ha sido usado en diferentes ocasiones, como por Estados Unidos con Cuba en 1898, en Argentina en 2011 o en Ecuador en 2007.
No obstante, Garzón reconoce que "lo complicado sería acordar una definición de esa 'deuda odiosa'", de lo cual debería encargarse una comisión de expertos de diferentes ámbitos de la vida social y económica, "incluyendo a las múltiples organizaciones especializadas" en este tema que trabajan con este concepto, para poder "declarar ilegítima esa parte de la deuda y no pagarla".
SE TRATA DE ABRIR EL DEBATE
Aunque el portavoz económico de IU-ICV es consciente de las pocas posibilidades que esta proposición no de ley tiene de salir adelante en la Cámara baja, su intención es "abrir el debate" sobre el actual nivel de deuda, su ritmo de crecimiento y también sobre el contexto en el que se ha generado.
"No se trata de buscar una solución definitiva, sino de contextualizar la situación", argumenta, recordando que las normas por las que hasta ahora se ha regido el sistema de financiación público son "enormemente injustas" dado que el Banco Central Europeo (BCE) "pone a disposición de las entidades financieras una financiación muy barata y prácticamente ilimitada" mientras que los estados "tienen que recurrir exclusivamente a los mercados financieros de deuda" y pagan a los mismos bancos "tipos de interés muy elevados".
Algo, a juicio de Garzón, "paradójico" dado que "gran parte de la financiación obtenida por el Estado ha tenido como destino el salvamento del sistema financiero o de otras entidades empresariales" y que tanto el Gobierno como las instituciones europeas han "rescatado" a todo el sector bancario español.
"SEGUIMOS UNA SENDA PELIGROSA"
En su proposición, el diputado cita datos de Eurostat según los cuales la deuda pública ha pasado del 59,4% del PIB en el año 2000 al 85,3% en 2012, y según los Presupuestos de este año alcanzará el 90,5% cuando acabe el ejercicio. Esto significará un total de 728.000 millones de euros, más 38.589 millones de intereses.
Frente a eso, las previsiones de crecimiento económico apuntan a una contracción del PIB y una mayor merma de los ingresos, "hasta el punto de hacer insostenible el ritmo de crecimiento de la deuda pública", que ya supone un "lastre" para los servicios públicos, que pierden recursos que se están destinando al pago de los intereses.
"Ésta es una peligrosa senda que aúna socialización de las deudas privadas, crecimiento del endeudamiento público, recesión económica y creciente peso de la carga financiera. No es éste un problema que pueda resolverse con más austeridad, sino que manifiesta la necesidad de liberar parte del lastre financiero que supone. Algo que, a nuestro juicio, debería acompañarse de una política expansiva por parte del BCE y por un nuevo y muy distinto diseño de la UE", concluye la propuesta.
CRISIS DEL EURO
Por otra parte, Alberto Garzón también ha remitido una serie de preguntas escritas al Gobierno en relación con "el debate sobre las posibilidades de supervivencia de la moneda única" en un contexto de crisis que, más allá de afectar a la economía financiera y a la real, está golpeando fuertemente a las deudas soberanas y a la credibilidad sobre el futuro de la moneda única.
"Es de suponer que el Gobierno confía en la permanencia de España dentro de la zona euro, pero no es descartable que 'shocks' de naturaleza externa o interna trastoquen esos planes diseñados en una economía globalizada y altamente interrelacionada", argumenta el diputado, preguntando a renglón seguido al Ejecutivo de Mariano Rajoy si cuenta con "un plan B" en el caso de que "eventos ajenos a su voluntad provoquen la salida del euro" de España.
Además, se interesa por conocer la opinión del Ejecutivo respecto del futuro del euro, del diseño institucional actual de la Eurozona, de las garantías que ofrece para la supervivencia de la moneda única y del papel del BCE. "¿Considera que el Banco Central debería iniciar un proceso de reestructuración para permitir la monetización de deuda pública de los países con problemas?", concluye.