Los sindicatos vuelven a la calle al considerar insuficientes las medidas gubernamentales frente a la crisis
PARIS, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se enfrenta mañana a su segunda huelga general en menos de dos meses, un nuevo pulso de las ocho principales organizaciones sindicales del país para reclamar una respuesta fuerte frente a la crisis, más medidas sociales y exigir un cambio de rumbo político. El Ejecutivo, sin embargo, ya ha dejado claro que no habrá nuevas propuestas ni más planes de relanzamiento económico.
Después de haber sacado a la calle el pasado 29 de enero a más de un millón de manifestantes para defender el empleo y el poder adquisitivo de los franceses, los sindicatos apuestan por una nueva jornada de gran movilización igual de masiva para demostrar al Gobierno que las medidas puestas en marcha hasta ahora siguen sin estar a la altura de las expectativas.
A pesar de la inflexión social mostrada por Sarkozy y el anuncio de medidas sociales por valor de 2.600 millones de euros destinadas a los sectores más vulnerables, a las organizaciones sindicales no les salen las cuentas e insisten en que tiene que haber un giro en la política.
Entre las propuestas adelantadas por Sarkozy en la reunión celebrada el pasado 18 de febrero con los agentes sociales figura la creación de un Fondo de inversión social, el aumento de las indemnizaciones para los trabajadores en paro técnico, una rebaja impositiva para las clases medias, una prima excepcional de 500 euros a determinadas categorías de parados y una paga de 150 euros a familias modestas con hijos a su cargo.
Además de que la mayoría de estas disposiciones todavía no se han puesto en marcha, el ambiente social se ha deteriorado en las últimas semanas al proliferar los anuncios de planes sociales, despidos, cierres de fábricas y eliminación de puestos de trabajo en un futuro inmediato.
En la sociedad francesa ha generado una gran indignación la intención de la petrolera Total de suprimir 555 empleos a pesar de haberse embolsado unos beneficios récord de 14.000 millones de euros en 2008.
El aumento de la tensión ha provocado también que el director general de Sony Francia fuera secuestrado por los trabajadores en protesta por las indemnizaciones pactadas por el cierre de la fábrica o que el máximo responsable de Continental recibiera una lluvia de huevos mientras los asalariados, que pronto se verán en la calle y sin trabajo, se atrincheraban en la factoría.
El ministro de Trabajo, Brice Hortefeux, ha optado por los llamamientos a la calma y considera que "los excesos son explicables, pero no justificables". Con excesos o sin ellos, el Gobierno ha dejado claro a los sindicatos que no habrá ninguna medida más ni relanzamiento alguno del consumo y que no se agrandará más el agujero ya alarmante de la deuda. El Elíseo no ve tampoco motivos para convocar una nueva cumbre social.
JUSTICIA SOCIAL.
Sin embargo, las centrales sindicales creen, como señala en 'Le Parisien' el secretario general de Fuerza Obrera, Jean-Claude Mailly, que hay margen para intervenir y que los trabajadores están en un estado de "legítima defensa". "Hoy hacen falta verdaderas medidas de justicia social", reclamó.
Los sindicatos volverán por tanto a pedir relanzar el consumo y el mantenimiento del poder adquisitivo de los hogares más modestos aumentando el Salario mínimo interprofesional de crecimiento (Smic).
También reclaman contrapartidas sociales a las empresas que reciban ayudas públicas, gravar los dividendos empresariales que superen cierta cantidad o eliminar los beneficios fiscales de las clases más pudientes.
La defensa del empleo seguirá figurando entre las principales reivindicaciones, especialmente el empleo público, porque sigue en pie la intención del Gobierno de no reemplazar a uno de cada dos funcionarios que se jubilen en 2009.
TRANSPORTES, EDUCACION, HOSPITALES.
La huelga, que apoyan tres de cada cuatro franceses según un sondeo elaborado por BVA para 'Les Echos', se notará especialmente en el transporte y los servicios públicos en general. Así, la compañía nacional de ferrocarril, (SNCF) prevé una circulación muy afectada por los paros, que comenzarán a partir de las 20.00 horas de hoy miércoles.
En el caso de los trenes de cercanías sólo se garantiza el 35% del tráfico, mientras que circularán un 45% de los regionales y un 40% de los que unen París con la región parisina.
Los Eurostar que enlazan París con Londres y los Thalys, que lo hacen con Bruselas y Amsterdam, circularán con normalidad, mientras que sólo lo hará uno de cada tres Corail. Por lo que respecta al metro, autobuses y tranvías de París, la previsión es que el tráfico sea prácticamente normal.
Sobre el transporte aéreo, los viajeros tendrán que ponerse en contacto con las compañías para conocer el estado de sus vuelos. Air France ha adelantado que prevé "ligeros retrasos" pero que se garantizarán el cien por cien de los vuelos de larga distancia y la práctica totalidad de los de media distancia que salgan del aeropuerto parisino de Charles de Gaulle, así como el 70% de los que despeguen de Orly.
En el sector educativo la jornada de movilización afectará a todos los niveles, desde la primaria hasta la enseñanza secundaria pasando por la Universidad, donde la jornada de mañana no será más que continuación de las protestas que profesores y alumnos vienen protagonizando desde el pasado otoño para obligar al Gobierno a retirar la reforma sobre los profesores-investigadores.
Mientras, los hospitales mantendrán abiertos sus servicios de urgencias. Los teatros también se suman al paro y la Comédie francesa no levantará el telón para la obra de Rostand 'Cyrano de Bergerac'. Mientras, en Francia Televisiones, Radio Francia y Radio Francia Internacional (RFI), se han presentado preavisos de huelga a partir de las 00.00 horas del jueves y durante 24 horas por lo que los telediarios de las grandes cadenas públicas podrían verse afectados.