PARIS 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, cree que la actual crisis financiera internacional ha puesto ya de relieve "el regreso de la política" a la esfera económica ante lo que calificó de "la muerte de la dictadura del mercado y la impotencia de lo público". A su juicio, frente a una crisis mundial que no es coyuntural sino estructural hace falta preguntarse por el nuevo papel del Estado en la economía.
Durante un discurso pronunciado en Annecy (sureste de Francia) en el que anunció nuevas medidas de apoyo a la economía francesa, el presidente galo auguró la gestación de una nueva relación entre "democracia y economía", una auténtica "revolución intelectual y moral".
Sarkozy comenzó su alocución recordando todas las medidas adoptadas por el Gobierno desde el inicio de la crisis para evitar la quiebra del sistema bancario, reiteró sus críticas al capitalismo especulativo e insistió una vez más en su tesis de refundar las bases del sistema económico internacional. Y terminó su intervención con una frase grandilocuente: "Hace falta reinventar el mundo", dijo.
"Nos encontramos situados por el destino en un momento en el que hace falta reinventar el mundo. No tenemos otra elección más que acudir a la cita que el destino nos ha fijado. Hace falta imaginación, valor, voluntad, audacia", proclamó Sarkozy en un claro mensaje dirigido a los franceses defendiendo que la peor de las elecciones en tiempos de crisis es "el inmovilismo o el conservadurismo". "Esperar. ¿Esperar a qué, a que esto se agrave?", se preguntó con su particular vehemencia.
Para Sarkozy la quiebra del mercado, las intervenciones de los Estados para salvar a los bancos, las nacionalizaciones totales o parciales de las instituciones financieras, el recurso al Banco Central Europeo, todo lleva a preguntarse sobre "la redefinición del rol del Estado en la economía".
En esta línea, destacó que hasta ahora se creía que todo el poder estaba en la autoregulación, en los expertos, la libre competencia y el mercado, pero que "desde ahora", habrá "más política" porque "la ideología de la dictadura del mercado y de la impotencia pública ha muerto con la crisis financiera". Así pues, a su juicio lo que se diseña es "una nueva relación entre la democracia y la economía.
A su modo de ver desde ahora, nada en la economía mundial será como antes y que querer seguir con las mismas prácticas sería un error "fatal". En este sentido, destacó que "si hay un hecho relevante que surge de esta crisis es el regreso de la política en el verdadero sentido el término", dado que está claro que no puede resolverse "sin una intervención masiva de los Estados" y requiere "con urgencia" un "nuevo orden económico, financiero y monetario" que expresa, en el fondo, una necesidad "profunda de política".