MADRID 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha indicado que el Gobierno español defiende que no exista "ninguna línea roja preestablecida" en el acuerdo de libre comercio EE.UU.-UE, que se comenzó a negociar ayer y que, en su opinión, debería estar listo en un plazo de dos años.
En una entrevista en la revista 'Forbes' recogida por Europa Press, García-Legaz afirma que todos los países que forman parte de la negociación saldrán "ganando" y, concretamente, asegura que el sector del automóvil europeo tiene "más opciones de ganar", dado que Estados Unidos es un mercado muy dominado por la producción local estadounidense y la asiática.
Además, indica que España, en el segmento del coche medio, tecnológicamente avanzado, tiene "una gran oportunidad". También ve oportunidades de negocio "espectaculares" para España en servicios financieros, ingenierías o gestión de infraestructuras.
En cuanto a los plazos de la negociación, el secretario de Estado ve "muy complicado" cerrarlo en un año porque es preciso negociar aspectos "muy complejos y sensibles", como los organismos genéticamente modificados, las reglas fitosanitarias, el capítulo agrícola, el tema cultural o la protección de datos. "Es más sensato pensar que el calendario sea de dos años (...). En cualquier caso, debemos comprometernos a que vaya al mayor ritmo posible", añade.
García-Legaz, gran defensor del acuerdo, esgrime algunos argumentos en favor del mismo, como el hecho de que el mercado de Estados Unidos es el segundo más importante del mundo detrás del europeo y además el gobierno norteamericano está firmando acuerdos de libre comercio con muchos países, algunos de ellos competidores de la UE y de España. En su opinión, si Europa no firma el acuerdo, "el mercado americano se lo van a empezar a comer otros. Y nuestra salida de la crisis está en exportar", reitera.
EL SECTOR AGRÍCOLA SUBVENCIONADO PUEDE SUFRIR.
Sobre el efecto que puede tener el acuerdo de libre comercio en el sector agrícola europeo y español, García-Legaz admite cierto impacto en el sector agrícola "muy subvencionado o protegido", como es el caso de los cereales. En cambio, ve una oportunidad para la agricultura mediterránea (frutas, hortalizas o el aceite de oliva), que no está subvencionada y es muy competitiva.
Por otro lado, en cuanto a los alimentos genéticamente modificados que podría exportar Estados Unidos a Europa, indica que no se trata de ser más permisivo sino de confiar en los procedimientos de protección al consumidor de Estados Unidos, que son los "más exigentes" del mundo, y al mismo tiempo que ellos confíen en los de Europa. "El mensaje es: vamos a fiarnos mutuamente de los organismos que autorizan", subraya.
Respecto al tema del cine, García-Legaz afirma que lo razonable sería llegar a acuerdos que ni signifiquen la eliminación completa de la protección de las producciones europeas "ni el régimen tan cerrado que hay ahora". A su juicio, Europa tiene derecho a fijar ciertas reglas para seguir manteniendo producciones en francés, italiano o español.
UN EURO MÁS DÉBIL.
Sobre la posibilidad de que un euro más fuerte que el dólar pueda perjudicar las ventas europeas, señala que España, con una moneda única fuerte, está exportando más que nunca. Además, afirma que el BCE podría facilitar un euro más débil porque la inflación en Europa es muy baja. "Pero quienes mandan en el BCE no están muy por la labor", añade.
Por último, preguntado acerca de si ve posible un acuerdo en materia de protección de datos, afirma que Europa hace bien en fijar sus reglas porque los gobiernos no están para "garantizarle el negocio a nadie", y añade que el negocio digital no es algo exclusivo de Estados Unidos.