Guindos da por acabada la crisis este año, con la recuperación de los niveles de renta y de PIB anteriores al 2007, aunque el empleo no se recuperará hasta 2019
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el Programa de Estabilidad 2016-2019, que incluye una senda de reducción de la tasa de paro que lo sitúa en el 14% en 2019.
Concretamente, la nueva senda de reducción del desempleo, prevé una tasa del 19,9% en 2016, del 17,9% en 2017, del 15,8% en 2018 y del 14% en 2019 en términos de Contabilidad Nacional.
Según ha adelantado en rueda de prensa la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, esta reducción equivale a una rebaja de alrededor de 1,8 millones de parados en estos cuatro años y la recuperación de los niveles de ocupación que tenía la economía española antes de la crisis, hasta los 20 millones de ocupados, en términos de Encuesta de Población Activa (EPA).
También en estos términos, el Gobierno prevé un tasa de paro del 18,7% en 2016, que descenderá hasta el 13% en 2019. Este porcentaje se situó al cierre del primer trimestre de este año en el 21%, según la última EPA.
Se trata de una de las principales novedades que aún no se conocían del cuadro macroeconómico que el Gobierno remitirá a Bruselas para su evaluación, junto al Plan Nacional de Reformas, que también se ha aprobado este viernes.
MODERACIÓN DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO.
Así, como se había adelantado, el PIB crecerá un 2,7% en 2016, un 2,4% el próximo año y se estabilizará en una tasa de avance del 2,5% los dos años siguientes.
Tras estas cifras, el consumo privado se moderará en los próximos años, pasando de un crecimiento del 3,2% este año, al 2,6% en 2017 y al 2,4% en 2018 y 2019. Del mismo modo, el consumo de las administraciones públicas crecerá un 1% en 2016 y se moderará hasta el 0,7% en 2019.
Por su parte, las inversiones crecerán un 5,6% en 2016, para hacerlo ligeramente por debajo del 5% en los tres años siguientes. En el caso de la inversión en construcción, la progresión será de menos a más, pasando del 4,5% al 4,8% entre 2016 y 2019.
El cuadro macroeconómico refleja también que la contribución al PIB de la demanda nacional irá reduciéndose durante los próximos años, en sentido contrario que las exportaciones. La demanda interna crecerá un 3,1% en 2016, un 2,6% en 2017 y un 2,5% en los años siguientes, frente a los avances de las ventas al exterior en esos años del 5,3%, 5,7%, 5,6% y 5,7%, respectivamente.
Al mismo tiempo, las importaciones crecerán un 7% en 2016 y se ralentizarán hasta un 6,1% en 2019. De este modo, la aportación al PIB del saldo exterior será negativa en cuatro décimas en 2016, pero será neutro a partir de 2018.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones ha indicado que se trata de un crecimiento "sano", cuyos componentes más dinámicos son la inversión en bienes de equipo y las exportaciones, con una evolución favorable de los precios que ha permitido a España ganar competitividad, con una recuperación del crédito a familias y empresas y una caída del coste de financiación de la deuda.
OPTIMISMO EN EL GOBIERNO.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones destacó que si se sigue aplicando la misma política económica que hasta ahora, España puede acabar "con 20 millones de empleos en 2019 y una tasa de paro del entorno del 13%".
Santamaría destacó también que, gracias al proceso reformista del Gobierno, ha mejorado la confianza en España y el país ha ganado eficiencia, como así lo demuestra el crecimiento del 3,2% del PIB en 2015 y del 3,4% en tasa interanual durante el primer trimestre de este año, "el mejor dato de los últimos cinco años, lo que sitúa a España a la cabeza de las principales economías de la zona euro".
Así, afirmó que España lidera en la Eurozona la reducción del paro y la creación de empleo, ya que casi uno de cada dos personas que abandonan actualmente el paro en Europa lo hace en España, que es el país que más ha reducido el desempleo en los últimos años.
FIN DE LA CRISIS.
Por su parte, el ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos, indicó que estas previsiones son "prudentes y cautas" para que tengan "muchísima credibilidad", y añadió que si este cuadro macroeconómico se cumple, España habrá recuperado a finales de este año o principios del próximo, los niveles de renta y de PIB anteriores a la crisis económica, siete años después.
Sobre el crecimiento de este año, que el Gobierno fija en el 2,7%, De Guindos aseguró que tras el crecimiento del 3,4% en tasa interanual durante el primer trimestre, se cumplirá sin problemas, ya que sólo correría peligro si se produce una "debacle", algo que, según aseguró, no se va a producir.
Según el ministro, las nuevas previsiones ponen de manifiesto el cambio que se ha producido en la economía española, ya que ahora su crecimiento pivota sobre la inversión en bienes de equipo y las exportaciones, cuando antes de la crisis era el sector inmobiliario y la construcción los ejes de la actividad económica, con un peso sobre el PIB del 20%, cuando ahora es del 10%.
Estos diez puntos menos, añadió De Guindos, se han derivado hacia el sector exterior, con un aumento de las exportaciones de bienes y servicios superior al 5% en el nuevo cuadro macro y unas exportaciones mensuales que alcanzan actualmente los 25.000 millones de euros.
NUEVO MODELO DE CRECIMIENTO MÁS SÓLIDO.
"Hemos dejado de ser una economía que dependía del sector inmobiliario y de la construcción a depender de las exportaciones, lo que supone un crecimiento más sólido y está mucho menos sujeto a vaivenes externos y crisis financieras", aseguró De Guindos, tras afirmar que el crecimiento actual y futuro será "mucho más sostenible" y generará mayores posibilidades de prosperidad, "sin generar burbujas de crédito o inmobiliarias".
Por último, afirmó que es "perfectamente factible", con una política económica "adecuada", llegar a los 20 millones de ocupados en 2019, con lo que no será hasta este año cuando se recupere el nivel de empleo anterior a la crisis económica, "siempre que se hagan las cosas correctas".