Afirma que los bancos centrales han sido los "grandes salvadores del mundo" en esta crisis
BARCELONA, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director de asuntos monetarios y mercados de capitales del Fondo Monetario Internacional (FMI), José Viñals, ha alertado este lunes de los problemas que están sufriendo muchas empresas privadas de Italia, Portugal y España para afrontar su deuda, lo que ha calificado de "tema muy importante sobre el que Europa no puede pasar de puntillas".
En una conferencia sobre 'La economía y el sistema financiero: mal en transición' en el Círculo Financiero de la Sociedad Económica Barcelonesa d'Amics del País, ha detallado que en Italia, el 30% de la deuda empresarial está en manos de compañías que no pueden pagarla porque el coste anual de los intereses es superior a su generación de beneficio bruto, porcentaje que alcanza el 41% en España y el 47% en Portugal.
Ha señalado que estos problemas solo tienen solución con refinanciación de la deuda y recortes de las empresas en sus gastos --incluyendo reducciones de plantilla-- e inversiones, y que Europa debe tener ésta situación en cuenta en un momento en el que "ni el crecimiento económico ni la estabilidad financiera están asentados" en el contexto internacional.
Viñals ha augurado que el año que viene será mejor que este en la economía mundial, pero el crecimiento no es "suficientemente rápido" en los países desarrollados y la previsión para todo el mundo es menos optimista que hace seis meses.
Respecto a Europa y España, ha constatado que no van a "salir rápidamente de esta crisis", y sobre España ha apuntado especialmente a la necesidad de reducir el paro, lo que requerirá un periodo dilatado de tiempo.
Ha hecho hincapié en que aunque Europa ha dejado su peor momento, el mayor riesgo es el de la complacencia y exceso de confianza, que haga perder impulso en la ejecución de las reformas necesarias para la recuperación: "El crecimiento actual es pírrico, y todavía necesita el pleno apoyo de la política monetaria".
TEST DE ESTRÉS
Ha repasado que falta por resolver la fragmentación financiera y la llegada del crédito a empresas y familias, y ha opinado que los test de estrés de 2014 serán la oportunidad de oro para detectar a las entidades financieras que todavía no se han saneado y tienen debilidades e insuficiencias de capital, en un ejercicio que debe ser creíble y que debe contar con medios para hacer frente a esas deficiencias a nivel nacional y comunitario, sobre lo que "todavía quedan cosas importantes por hacer".
"Debe haber un mecanismo europeo de resolución para no prolongar los bancos zombie, lo que sería muy negativo para la economía y para el Banco Central Europeo (BCE), que no puede actuar si tiene una mano atada", ha remachado.
También ha tenido unas palabras para Estados Unidos, del que ha lamentado que "no tiene una política fiscal creíble a medio y largo plazo" por la falta de acuerdo político, lo que debe compensarse con la política monetaria.
Aunque ha insistido en que deben seguir adelante las reformas estructurales y completarse la reforma financiera internacional para evitar que se repitan los problemas que han llevado a esta crisis, ha aseverado: "Creo que los riesgos están controlados, y que los bancos centrales han tomado las decisiones adecuadas y han sido los grandes salvadores del mundo en esta crisis".