CHICAGO (ESTADOS UNIDOS), 24 (EUROPA PRESS)
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, reprendió hoy a los ejecutivos de General Motors, Ford y Chrysler por solicitar al Gobierno estadounidense ayudas por importe de 25.000 millones de dólares (unos 20.000 millones de euros), sin presentar previamente un plan "elaborado", al tiempo de que les advirtió de que no habrá "un cheque en blanco" para el sector.
"Los contribuyentes no pueden poner más dinero para una industria que ha estado resistiéndose al cambio, no vamos a darle un cheque en blanco", advirtió Obama durante la conferencia de prensa para presentar a su equipo económico.
No obstante, admitió que la industria del automóvil es "la columna vertebral" de la economía estadounidense, no sólo los 'tres grandes' (GM, Ford y Chrysler), sino muchas otras empresas, por lo que no puede permitirse su desaparición. "Tenemos que hacer que siga funcionando", apuntó.
Obama expuso que, cuando los primeros ejecutivos de las tres multinacionales acudieron al Congreso a pedir las ayudas financieras, "fue una sorpresa ver que no tenían una propuesta más elaborada". Por ello, defendió la decisión de la Cámara de Representantes de pedir a GM, Ford y Chrysler que volvieran "con un plan serio y elaborado" antes de recibir más dinero del contribuyente.
"Mi postura es que deberíamos ayudar a la automoción, pero a condición de que cualquier dinero que se destine al sector sea invertido para que la industria sea sostenible a largo plazo, y no sólo un parche a corto plazo: tienen que presentarnos un plan claro en dólares y en detalles", insistió.
Por último, aseguró que nadie quiere ver más pérdidas de puestos de trabajo y defendió el orgullo de los estadounidenses en su industria de automoción, pero reiteró que "el contribuyente no quiere ver más dinero tirado por la borda". "Cuando veamos un plan, podremos dar forma a un paquete de ayudas que tenga sentido", zanjó.