PARIS, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
La reforma de las pensiones del Gobierno que preside Nicolas Sarkozy, y que incluye la propuesta de elevar la edad mínima de jubilación de los 60 a los 62 años, ha superado su primer trámite parlamentario al ser aprobada por la Asamblea Nacional francesa gracias a la mayoría de la que goza el partido del presidente francés en la cámara.
El proyecto de ley ha contado con 329 votos a favor, por encima de los 282 que requería y en su mayoría procedentes de los diputados de Unión por un Movimiento Popular (UMO), y con 233 en contra, principalmente del partido socialista, sin que se produjera ninguna sorpresa final en las votaciones, a las que precedió un duro debate entre los políticos franceses.
La sesión comenzó el martes a las 16.00 horas y se prolongó durante toda la noche en una jornada maratoniana en la que los diputados socialistas, en un intento de retrasar la aprobación de la reforma, solicitaron ejercer su derecho, recogido en el reglamento de la cámara, a utilizar cinco minutos para expresar su voto.
Sin embargo, una hora después de que se iniciaran estas explicaciones, el presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer, de la UMP, paralizó estas explicaciones, ya que no pensaba permitir "pequeñas maniobras" que obstruyeran el funcionamiento del Parlamento de forma "paralizante y humillante".
Los parlamentarios socialistas reclamaron entonces la dimisión de Accoyer y su portavoz, Martine Aubry, aseguró que en un país en el que se impide el trabajo del parlamento "ya no es más una república". "Vamos a luchar hasta el final y tenemos derechos", añadió.
Tras su aprobación en la Asamblea Nacional, la reforma de las pensiones debe ser reafirmada en el Senado, en una sesión pública que se celebrará a partir del 5 de octubre. Por su parte, los sindicatos, que se han manifestado durante toda la jornada ante la sede de la Asamblea, han vuelto a convocar una nueva jornada de movilización para el próximo 23 de septiembre.