ESTRASBURGO (FRANCIA), 15 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha reiterado que los 'eurobonos', pese a ser una idea "interesante", no constituyen la solución para la actual crisis de deuda de la eurozona. Durao Barroso ha pedido a los líderes europeos que eviten "la cacofonía de escenarios divergentes" y se concentren en soluciones de consenso que puedan activarse rápidamente.
Sin embargo, los grupos socialista, liberal y verde en la Eurocámara han reclamado a la Comisión que proponga la emisión de bonos conjuntos de los países de la eurozona por considerar que sólo así se podrán reducir los costes de financiación para los Estados de la periferia y estabilizar el euro a medio plazo.
La idea de los 'eurobonos' fue reactivada la semana pasada por Italia y por el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Pero ha chocado de inmediato con el rechazo de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozyk, por lo que se descarta incluso que se vaya a discutir en la cumbre de líderes europeos que comienza este jueves en Bruselas.
"Los eurobonos en sí mismos son una idea interesante", ha dicho Barroso en una comparecencia ante la Eurocámara para preparar el Consejo Europeo, en la que ha recordado que la propia Comisión volvió a plantearla en 2008.
"Pero estamos en una situación de crisis, y ya tenemos mecanismos financieros para afrontar esa crisis, como la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera. Todavía no hemos agotado estos mecanismos y pueden mejorarse y adaptarse mucho más rápido que cualquier alternativa, por muy interesante que sea", ha dicho el presidente del Ejecutivo comunitario.
"Es un momento para la acción inmediata. No matemos la idea para el futuro, pero concentrémonos en este momento en lo que pueda ser una solución para lograr el consenso entre los Estados miembros y pueda hacerse de forma rápida y decidida", ha resaltado.
"Lo que no necesitamos es un concurso de belleza entre los líderes, una cacofonía de escenarios divergentes, o anuncios que no van seguidos de acción", ha criticado Barroso.
A su juicio, "hay una enorme voluntad política respaldando el euro" como se ha puesto de relieve en los rescates de Grecia e Irlanda. Pero la prioridad debe ser poner en marcha reformas para garantizar que esta situación no se repita en el futuro. En este sentido, ha pedido a los Estados miembros que prosigan con la consolidación fiscal, la limpieza de su sistema financiero y las reformas estructurales que aumenten el potencial de crecimiento.
También ha reclamado un rápido acuerdo sobre el nuevo sistema de sanciones para los países con déficit excesivo y ha destacado la importancia de que en la cumbre se decida sobre el fondo de rescate permanente que se pondrá en marcha a partir de 2013 para ayudar a los países con problemas para refinanciar su deuda y sobre la reforma del Tratado necesaria para darle cobertura.
Una reforma que, en su opinión, debe ser muy limitada y rápida. "Resistamos la tentación de complicarla en exceso, o de establecer vínculos artificiales con otros temas. Y no nos distraigamos de la tarea que nos corresponde", ha insistido. También ha celebrado la "contribución vital" del Banco Central Europeo (BCE) para estabilizar el euro.
MEDIDAS INSUFICIENTES
En el debate posterior a la intervención de Barroso, el presidente de los populares europeos, Joseph Daul, ha pedido "proteger y reforzar" el euro alertando de que "la marcha atrás tendría "consecuencias catastróficos para Europa". Por su parte, el líder de los socialistas, Martin Schulz, ha lamentado que los líderes europeos estén ocultando a sus ciudadanos la gravedad de la crisis y que "los fuertes estén diciendo que no necesitan ayudar" al resto.
"La eurozona es la región más fuerte del mundo en términos económicos y sociales, pero políticamente los responsables la están debilitando porque se centran en la satisfacción a corto plazo en los debates nacionales", ha denunciado Schulz, que ha respaldado la emisión de eurobonos como respuesta a la crisis.
"Debemos tener el coraje de reconocer que todas las medidas temporales que hemos tomado no son suficientes", ha insistido por su parte el presidente de los liberales, Guy Verhofstadt. Verhofstadt ha defendido aumentar el fondo de rescate de 750.000 millones de euros y emitir eurobonos por considerar que estas medidas "estabilizarán al euro a medio y largo plazo".
Por su parte, el líder de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, ha lamentado que las decisiones que está tomando la UE para combatir la crisis de deuda llegan siempre "demasiado tarde" y ha pedido a Barroso que se atreva a proponer los eurobonos sin esperar el permiso de Merkel. La emisión de bonos conjuntos es una solución para frenar "la especulación contra la deuda de algunos países" y también una "oportunidad para invertir".
El portavoz del grupo de Conservadores y Reformistas Europeos, Timothy Kirkhope, ha cuestionado que se quiere obligar a los bancos privados a asumir el coste de futuros rescates después de 2013 porque "ello aumentaría los costes de financiación para algunos de los países más débiles de la eurozona". Kirkhope también ha criticado que se quiera reformar de nuevo el Tratado y ha defendido reformas económicas para reforzar la competitividad de la UE y "medidas limitadas" para que los países de la eurozona puedan ayudarse mutuamente "sin imponer cargas a los Estados miembros que han decidido quedarse fuera", en referencia a Reino Unido.
El representante de Izquierda Unitaria, Lothar Bisky, ha evocado las dificultades de España y Portugal y ha defendido cambiar las reglas del Banco Central Europeo para que pueda financiar directamente a los países. Por su parte, el líder del grupo de los euroescépticos, Nigel Farage, ha celebrado que se reforme el Tratado porque a su juicio ello significará que tendrá que haber un nuevo referéndum en Irlanda y quizá en Reino Unido.