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Defiende que bajo su mandato los clientes siempre obtuvieron los beneficios prometidos: "Lo que pasó en Bankia no es cosa mía"
MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha alegado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que los jubilados que adquirieron participaciones preferentes de la entidad no eran "ignorantes financieros" y que en todo caso eran "responsables" de lo que firmaban, informaron fuentes jurídicas.
Blesa, que ha declarado durante más de una hora en una pieza separada del 'caso Bankia' en la que se investiga el plan de ideación de preferentes que llevaron a cabo las siete cajas de ahorros que conformaron la entidad, ha asegurado que la Comisión Ejecutiva de la entidad, de la que formaba parte, aprobó la emisión de preferentes en mayo de 2009 mientras que los departamentos de Marketing, Dirección Comercial y Cumplimiento Normativo se encargaron de testar la idoneidad del producto.
El exbanquero, que ha leído varios papeles durante su intervención, según las citadas fuentes, ha señalado que mientras él dirigió la caja de ahorros madrileña los preferentistas siempre obtuvieron el beneficio que les había prometido y que en la primera emisión de preferentes, que tuvo lugar en 2004, nadie expuso ninguna queja. "Lo que pasó en Bankia cuando yo ya no estaba no es cosa mía", ha asegurado, según las citadas fuentes.
También ha dicho que mientras presidió Caja Madrid no se hizo un perfil sobre los clientes de este tipo de producto, que se colocó en un 95 por ciento de los casos a personas físicas. En este punto, el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón le ha preguntado por qué el 43 por ciento de los compradores de preferentes tenían más de 65 años y el 63 por ciento más de 50. Blesa ha asegurado desconocerlo y ha atribuido la decisión a los citados departamentos.
El compareciente ha exculpado a los miembros del Consejo de Administración de la comercialización de las preferentes, ya que sus miembros únicamente conocieron el proyecto a través de la Comisión Ejecutiva, que tenía poderes delegados. Según su versión, este último órgano informó del plan de emisión de preferentes antes de llevarlo a cabo y dio cuentas al Consejo cuando ya se había ejecutado.
También ha sostenido que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no advirtió hasta julio de 2010, cuando las preferentes ya estaban vendidas, de que los clientes debían tener un perfil de inversión "dinámico" y no "moderado", como se recomendaba hasta entonces a los directores de sucursal.
CONFIABA EN LOS DIRECTORES
Blesa, que únicamente ha contestado a las preguntas del fiscal y su abogado, ya que el juez Andreu no ha hecho ninguna, ha añadido que confiaba en los directores de las sucursales de Caja Madrid y en que sabrían explicar a los clientes los riesgos del producto. En este sentido, ha explicado que para que esta labor se hiciera de forma correcta el Departamento de Marketing elaboró un tríptico y un argumentario que fue distribuido a todas las oficinas.
A su juicio, el cliente dispuso también de información sobre la bajada de la calificación crediticia de la caja por parte de la agencia Moody's, ya que se incluyó en el folleto informativo que recibían los posibles compradores "un asterisco en el que quedaba reflejado". Además, la red comercial tenía la orden expresa de informar sobre este aspecto.
En otro momento de su declaración el responsable de la caja madrileña ha reconocido que la Dirección Comercial fijó una comisión del 3 por ciento del nominal de la venta de preferentes, lo que suponía, en su opinión, "un estímulo" para los comerciales de cada entidad pero no "un conflicto de intereses".
Según los datos de la entidad, en los dos primeros días de comercialización se suscribieron 1.300 millones de euros en preferentes, cifra que se amplió hasta los 2.200 millones en la tercera jornada de venta.
DÍAZ FERRÁN NO IBA AL CONSEJO
Por su parte, el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, que ha sido trasladado a la Audiencia Nacional desde la prisión de Soto del Real (Madrid), donde está encarcelado por el vacimiento patrimonial del grupo Marsans para engañar a los acreedores, ha indicado que sus funciones en la patronal en 2009 le impidieron acudir a las reuniones del Consejo de Administración.
Así, ha puesto de manifiesto que aquel año coincidió con "el expolio" de su compañía Aerolíneas Argentinas y con la reforma laboral, que tuvo que negociar con el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Por ello, se limitó a acudir a una única reunión y no tuvo conocimiento de las preferentes.
"CAJA MADRID ERA SOLVENTE"
También ha declarado el representante de UGT Gonzalo Martín Pascual, que ha dejado claro que no fue miembro de la Comisión Ejecutiva de Caja Madrid sino que ocupó uno de los sillones del Consejo de Administración, del que formó parte entre septiembre de 2003 y enero de 2010.
En este punto, ha señalado que los consejeros de Caja Madrid eran informados verbalmente y no por escrito de las decisión que iba adoptando la Comisión Ejecutiva y que la información casi nunca era completa. Además, ha dicho que Blesa siempre les trasnmtió tranquilidad y la idea de que la entidad era solvente y que fue el entonces director general financiero de la entidad, Ildefonso Sánchez Barcoj, quien les trasladó la convenciencia de emitir las preferentes.