COLONIA, Alemania, February 25, 2014 /PRNewswire/ --
Según informaciones de la cadena de televisión WDR, durante estos y anteriores Juegos Olímpicos, muchos deportistas rusos habrían aumentado su capacidad de rendimiento con un método desconocido hasta ahora. Tal y como informa el programa de la WDR "Sport inside" (emitido el lunes a las 22:45 horas), se trataría del gas noble xenón, inhalado en grandes concentraciones y muy efectivo farmacológicamente hablando, como componente de los denominados cócteles de oxígeno. Reconocidos estudios internacionales indican que el xenón actúa como potenciador de la hormona eritropoyetina (EPO). Sin embargo, está prohibido suministrar EPO al organismo humano en actividades deportivas. Tampoco se permiten las sustancias que tienen un efecto farmacológico y fines no terapéuticos, así como una potenciación artificial por ingesta, inoculación o suministro de oxígeno que esté en la lista del Código de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés).
Los agentes antidopaje desconocían hasta ahora los efectos que el gas noble xenón tiene como sustancia aplicada para aumentar el rendimiento deportivo. Tampoco ha sido posible determinar con los métodos de prueba disponibles hasta la fecha ya que este gas no deja trazas que se puedan medir en los procedimientos de control rutinarios, tal y como confirmó a WDR el analista de dopaje Mario Thevis, del laboratorio de control acreditado por la agencia WADA en Colonia. Por cierto, hasta ahora el xenón no aparece en la lista de sustancias prohibidas de la WADA. El expresidente de la Agencia Mundial Antidopaje, el señor Richard Pound (Canadá) describe la inhalación del xenón como un evidente caso de doping: "Algo así solo ha sido desarrollado para aumentar el rendimiento, lo cual para mí es dopaje".
Se supone que el equipo deportivo ruso ha estado utilizando ampliamente el xenón a lo largo de los años. En sus documentos, los ministerios de deporte y defensa recomiendan la aplicación del gas "con el objetivo de aumentar el rendimiento de los deportistas", dado que además la WADA no lo controlaba. En los documentos del centro de investigación médico-atómico encargado de desarrollar los métodos, se dice que este puede aplicarse también "en Sochi" y que más del 70 por ciento de los ganadores de medallas olímpicas rusos fueron tratados con xenón, concretamente en los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) y de Turín (2006). Según sus propios datos, este centro de investigación trabaja con numerosas disciplinas deportivas, entre ellas el biatlón, esquí de fondo, patinaje de velocidad sobre hielo y fútbol.
El analista de dopaje Mario Thevis relató a WDR los efectos del xenón investigados con animales por científicos europeos: "En un solo día, en cuestión de 24 horas, la producción de EPO aumentó pasando de tener un factor de 1,6 a 160 por ciento. Esto es un aumento significativo y es muy posible que ejerza el mismo efecto en los seres humanos".
Además de la sospecha de manipulación con grandes ingestas de EPO en el cuerpo, los documentos rusos también permiten suponer otra posible infracción contra las normativas mundiales antidopaje. Un documento estatal dice: "Los análisis han determinado que las inhalaciones de la mezcla de gas xenón y oxígeno, si se realizan de forma continuada y reiterada, aumentan la concentración de testosterona en la sangre". La testosterona es uno de los métodos clásicos del dopaje y por regla general, no está permitido que los deportistas tomen esta hormona sexual masculina para estimular al organismo.
El director del centro médico-atómico ruso negó a WDR el efecto del xenón en la liberación de EPO y, en general, que el método sea dopaje: "Hablamos de dopaje cuando quedan restos de reacciones bioquímicas en el cuerpo. Si este no es el caso, entonces ¿ cómo puede ser un medio de dopaje?" El Comité Olímpico Nacional de Rusia no quiso hacer ningún comentario respecto a estas acusaciones.
El presidente de la WADA, el señor Craig Reedie (Escocia) manifestó su preocupación ante las investigaciones realizadas por WDR y prometió actuar lo antes posible: "Nuestra comisión de control de la lista de sustancias prohibidas se ocupará rápidamente de esta cuestión. En la próxima reunión después de los Juegos Olímpicos trataremos el tema de la inhalación de este gas". De forma análoga se manifestó Richard Pound, expresidente de la WADA: "Permítannos determinar sin lugar a dudas si en este caso se trata de dopaje y si resulta imposible establecer en un posible método, las normas no estarían claras".
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