Draghi: el plan de Berlín tendría un gran coste

Mario Draghi
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Actualizado: martes, 14 junio 2011 20:16

BRUSELAS 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El futuro presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho este martes que una reestructuración suave de la deuda griega, como pide Alemania, tendría más costes que beneficios y provocaría un efecto de contagio al resto de países de la eurozona. Draghi ha resaltado que la participación del sector privado en el segundo rescate de Grecia debe ser exclusivamente "voluntaria".

"El BCE no está a favor de reestructuraciones o quitas. Deberíamos excluir todas las opciones que no sean puramente voluntarias o que tengan alguna dosis de obligatoriedad", ha dicho Draghi en una audiencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, que debe pronunciarse sobre su candidatura. "Los costes de la quiebra superarían a los beneficios", ha insistido.

"Se están discutiendo básicamente dos iniciativas. Una es la iniciativa de Viena (que consiste en invitar a los bancos a comprar nuevos bonos griegos cuando venzan los que tienen en su cartera), que para mi es completamente voluntaria", ha explicado Draghi.

"La otra es el canje de deuda (opción que defiende Alemania, y que consiste en canjear los títulos que vencen en los próximos dos años por otros con un vencimiento a siete años), y no he podido entender si es voluntaria o podría terminar siendo involuntaria", ha señalado.

"Hay muchos inversores que estarían muy contentos de explotar una quiebra mal gestionada", ha avisado el futuro presidente del BCE. "Esta es la lección que nos ha enseñado Lehman, que fue la quiebra más cara de la historia. Y no queremos repetir nada que se parezca a esa experiencia", ha insistido Draghi.

En su comparecencia ante la Eurocámara, el futuro presidente del BCE, que asumirá el relevo de Jean-Claude Trichet en noviembre, ha defendido una actuación preventiva en materia de subidas de tipos de interés para contener la inflación.

"La fijación de nuestra política de tipos deba ajustarse con el objetivo de cumplir el mandato del BCE de forma preventiva para evitar cualquier deterioro de las expectativas de inflación", ha señalado.

"Un reto importante para el BCE es gestionar la salida desde una política monetaria todavía muy acomodaticia y la retirada progresiva de las medidas no estándar todavía vigentes", ha indicado Draghi.