MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, pidió hoy a las "fuerzas políticas, empresariales y sociales" que abandonen los debates de "hace treinta años" acerca del despido libre y vean a los cuatro millones de parados como "una oportunidad" para poner "en valor" la fuerza laboral del país y mejorar la cualificación del empleo.
"Tenemos cuatro millones de parados y ya es hora de que todas las fuerzas políticas, empresariales y sociales se sienten a poner en valor la fuerza humana", aseguró Brufau durante la rueda de prensa de la compañía previa a la junta de accionistas de hoy. "Hay que dejar de ver los cuatro millones como un problema y verlos como una oportunidad en formación, cualificación e incorporación a puestos de trabajo que necesiten mano de obra", añadió.
El presidente de la petrolera aseguró además, acerca de si "el despido debe ser libre o no", que las circunstancias actuales recomiendan hacer énfasis en otros aspectos. "No nos quedemos en el debate de hace treinta años", afirmó antes de poner como ejemplo de la posición defendida por Repsol en sus inversiones en la refinería de Cartagena, que permitirán "incorporar más gente y crear valor añadido".
La planta de Cartagena está sufriendo paradas y huelgas durante los meses de mayo y junio debido a la reformulación de los seguros sanitarios de los empleados. Brufau aseguró que los problemas de las paradas son "temporales" y desaparecerán "en un par de años", en cuanto se ejecute el proyecto de modernización de la refinería, en el que la compañía invertirá 3.200 millones y elevará la contratación de personal.
"No vamos a despedir a nadie ni habrá ERE, y está todo el mundo cobrando su sueldo", afirmó Brufau antes de explicar que las paradas actuales responden a los "márgenes muy bajos" de la planta, que "pierde dinero". "Como la refinería de Cartagena era una de las más antiguas, sin valor añadido, tuvimos que pararla, porque en esos casos o se para o se elimina las unidades menos rentables", indicó. "Si no hubiéramos aprobado la inversión de 3.200 millones, todos estarían en la calle", añadió.
Sobre el origen del conflicto laboral en la planta, Brufau aseguró que la cancelación del servicio de seguridad privada se ha realizado porque "no queda más remedio" y por imperativo de la Seguridad Social. "Hay cosas que no pueden ser aceptadas. El país no está para estas alegrías. Si quieren manifestarse tienen todo el derecho, les asiste la ley, pero hay que saber de qué hablamos, de (que quieren) ser diferentes a los trabajadores de Repsol y a los ciudadanos de España", aseveró.
Por otro lado, el presidente de la petrolera anunció que el grupo firmó ayer con los sindicatos un acuerdo de revisión salarial que incluye incrementos del 0,3% sobre el IPC en 2009, y del 0,75% para el ejercicio 2010.