BRUSELAS, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha impuesto hoy una multa récord de 1.470 millones de euros a siete fabricantes de tubos catódicos para televisores y pantallas (entre ellos LG, Philips, Samsung, Panasonic o Toshiba) por participar durante 10 años en dos acuerdos ilegales para pactar precios y repartirse el mercado.
"Es la multa más alta que se ha impuesto nunca en una decisión sobre cárteles", ha resaltado el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y responsable de Competencia, Joaquín Almunia.
La empresa taiwanesa Chunghwa, a la que le hubiera correspondido una multa de 16 millones de euros, se libra de la sanción por ser la primera en delatar ante la Comisión la existencia de un cártel. El resto de empresas afectadas son Technicolor y MTPD, actual filial de Panasonic.
Almunia ha justificado el alto importe de la multa en el "grave perjuicio" ocasionado a los fabricantes de televisores y ordenadores y en última instancia a los consumidores, ya que los tubos catódicos representan entre el 50% y el 70% del coste.
"Son un caso de libro, concentran las peores formas de prácticas contrarias a la competencia, que están estrictamente prohibidas a las compañías que ejercen sus actividades en Europa", ha señalado. Con su comportamiento, ha denunciado el comisario de Competencia, las empresas "podrían incluso haber ralentizado artificialmente la transición a productos más modernos como el LCD y el plasma".
La sanción afecta a dos cárteles distintos que operaban en paralelo y en el que participaban prácticamente las mismas empresas: uno centrado en los tubos catódicos para televisores y otro en los tubos para pantallas de ordenador. Ambos operaron a escala mundial entre 1996 y 2006.
REUNIONES EN CAMPOS DE GOLF
Los dos cárteles "figuran entre los más organizados entre los que han sido investigados por la Comisión desde siempre". La estrategia sobre pacto de precios y reparto de mercados y clientes se diseñaba al más alto nivel en reuniones en campos de golf.
Por su parte, la puesta en práctica de los acuerdos ilegales se abordaba en encuentros de nivel inferior, a menudo denominadas "reuniones de copas", organizadas prácticamente todas las semanas.
Estas reuniones se celebraban en varios lugares de Asia (Taiwan, Corea, Japón, Malasia, Indonesia, Tailandia, Hong Kong) y de Europa (Amsterdam, Budapest, Glasgow, París o Roma).
La investigación de Bruselas ha demostrado que las compañías eran conscientes de estar vulnerando las normas de la UE. Por ejemplo, un documento intervenido avisa de que "todo el mundo debe guardar el secreto sobre esto, porque cualquier divulgación a los clientes o a la Comisión podría representar un grave daño". "Destruya este documento después de leerlo", rezaba otro texto.
Samsung, Philips y Technicolor se han beneficiado de descuentos en las multas de entre el 10% y el 40% por haber colaborado en la investigación.