ALMENDRALEJO (BADAJOZ), 14 (EUROPA PRESS)
La demanda de las bodegas extremeñas de cava se ha duplicado durante el último año y, aunque la producción de las tres empresas extremeñas que ofertan este vino espumoso ya se ha vendido en su totalidad, aún continúan llegando peticiones de proveedores de toda España.
Los factores principales del auge de ventas del sector para estas Navidades apuntan hacia la buena cosecha de los viñedos y hacia el supuesto boicot al producto catalán, que ha propiciado en cierto modo el despegue del cava extremeño.
El gerente de la empresa productora de cava Lar de Barros, David Díaz, confirmó a Europa Press TV que durante el año pasado y el presente "ha habido un despegue de la ventas", que incluso ha dejado corta la producción de cava de esta compañía de Almendralejo (Badajoz).
"En los dos últimos años hemos duplicado la producción, hemos pasado de las 30.000 botellas a las 70.000 botellas", comentó el gerente de Lar de Barros.
Aunque Díaz aseguró que la venta del cava extremeño se ha disparado sobre todo "por la calidad del producto, ya que nuestro cava artesanal está hecho con mucho cariño" admitió que "sería absurdo no reconocer que con la coyuntura actual podría haber un despegue definitivo del cava extremeño".
NO SE SIENTE CÓMODO POR EL BOICOT
No obstante, Díaz valoró la situación que se ha producido con el supuesto boicot al cava catalán y manifestó que no se "siente cómodo" con esta circunstancia, porque los productores extremeños de cava se sentirían más tranquilos "si esto se acabara y siguiéramos vendiendo por la calidad".
Además, el gerente de Lar de Barros, una empresa familiar que nació en 1931 y que se dedicó a producir cava a principio de la década de los ochenta, pronosticó que el boicot al cava catalán es "una circunstancia pasadera, todo se normalizará y las aguas volverán a su sitio".
Sin embargo, este año han recibido un aluvión de peticiones de proveedores de toda España para cubrir la demanda. "Hay quien lo entiende y quien no, pero 60.000 botellas no pueden cubrir un hueco de cinco millones de botellas, esto no es un maná".
Y es que el problema de la producción del cava extremeño es que no está mecanizada totalmente ya que se trata de una producción artesanal, ya que "se trata de llevar la botella de mano en mano, se lleva haciendo así 25 años y no hemos cambiado, por lo que la tirada está limitada a 70.000 botellas".
"MENTE EL CAVA CATALÁN"
El gerente de Lar de Barros se mostró satisfecho de lo que parece el lanzamiento definitivo del cava extremeño y de que este sea competitivo porque "antes, cuando se hablaba de cava, en la mente de las personas estaba que el cava era catalán", mientras que ahora se dará a conocer otro tipo de cava, el extremeño.
No obstante, indicó que "la gente es sabía y entenderán qué producto tienen que comprar, pero no hay que dar de lado a productos que son buenos", dijo en referencia al cava catalán. En este sentido manifestó que no entendería que "se diera de lado" en el futuro al cava extremeño porque "es un producto bueno" y "el público no es tonto; lo va a probar y si no le gusta no lo va a volver a comprar".
Por último, explicó que el cava extremeño necesita nueve meses para su elaboración y otros tres más para salir al mercado, tal y como establece el Consejo Regulador de Cava, y que el vino espumoso de Extremadura es "competitivo para ser un producto tradicional" porque no hay "una diferencia sustancial" en el precio respecto al cava catalán.