MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las entidades bancarias acreedoras de SOS Corporación Alimentaria han solicitado que Deloitte realice una "validación" del plan de negocio diseñado por la compañía para el periodo 2009-2013, a fin de constatar las previsiones que recoge el documento, informaron a Europa Press en fuentes financieras.
Entre los bancos con los que el grupo está negociando la reestructuración de su deuda, que asciende a unos 1.200 millones de euros, se considera que el plan diseñado por SOS es "conservador", porque la empresa ha querido evitar "sobresaltos" en el actual contexto de contracción general del consumo, pero viable.
"No se ha hecho un brindis al sol", se señala desde una de las entidades, que valora que la gestión del nuevo equipo que lidera Mariano Pérez Claver "no tiene nada que ver" con la de los hermanos Jesús y Jaime Salazar, quienes fueron destituidos como presidente y vicepresidente por un supuesto desvío de más de 230 millones de euros.
El fabricante de los aceites Carbonell y Koipe negociará durante los próximos meses su reestructuración financiera con un comité de bancos reducido que representa a las más de 50 entidades acreedoras y que ha contratado a Rothschild como asesor en el proceso.
"Hay una magnífica predisposición por ambas partes y, por una vez, se están haciendo las cosas bien, con cordura y con sensatez", remarcaron las fuentes, que confirmaron que el proceso se encuentra en estos momentos en el denominado 'stand still' o compromiso de espera.
"TIEMPO MUERTO".
Se trata, según explicaron, de conceder a la compañía un "tiempo muerto" mientras se analiza la deuda, en un momento en el que empiezan a vencer pólizas bilaterales a corto plazo. Una vez que se hayan estudiado todos los puntos pertinentes, los acreedores contestarán a la solicitud planteada por SOS para que se aplace hasta 2011 el pago del principal de la deuda.
El plan de reestructuración de SOS tiene como objetivo dotar de estabilidad su estructura financiera y reducir su deuda a la mitad, hasta los 600-650 millones de euros, en un periodo de dos años.
Para ello, el plan de negocio recoge desinversiones en activos inmobiliarios y en todos aquellos negocios que no sea el aceite vegetal, como el arroz.
Asimismo, contempla el incremento de los fondos propios actuales en un mínimo de 200 millones de euros mediante ampliaciones de capital con derecho de suscripción preferente, créditos participativos y conversión de créditos en capital y conversión de participaciones preferentes.
La compañía prevé un crecimiento acumulado en ventas del 3,4% durante el período proyectado y del 6,8% en términos de resultado bruto de explotación (Ebitda).