Principio de acuerdo en el ERE del área comercial de la empresa, por el que unos 360 trabajadores pasarán a ser autónomos dependientes
MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
El fondo de capital riesgo Oaktree Capital, accionista de Panrico, y el grupo alimentario Bimbo México se han mostrado interesados por la compra de Bimbo España, propiedad de la multinacional estadounidense Sara Lee, según informaron a Europa Press en fuentes conocedoras de los contactos.
El acuerdo para la venta del fabricante de pan de molde podría cerrarse en los próximos días, según las mismas fuentes, toda vez que la compañía ha alcanzado un preacuerdo con los sindicatos para aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en su área comercial.
A finales de 2010, Sara Lee acordó la venta de su negocio de panadería 'North America Fresh Bakery' al grupo mexicano Bimbo por 959 millones de dólares, una operación que no incluía los negocios en Europa Occidental, Australia ni Nueva Zelanda.
Tras esta operación, según las mismas fuentes, la multinacional Sara Lee pretende desprenderse de gran parte de su negocio de alimentación en Europa, salvo el del café (Marcilla).
Por su parte, Bimbo España ha alcanzado un principio de acuerdo con los representantes de los trabajadores para la aplicación de un ERE en su red de ventas, por el que alrededor de 360 empleados podrían pasar a ser autónomos dependientes.
El resto de plantilla hasta unos 900 empleados pueden acogerse a bajas voluntarias o permanecer con cambios en sus condiciones de trabajo, como la eliminación de algún complemento salarial, según indicaron a Europa Press en fuentes sindicales, que destacaron que todos los trabajadores tienen la opción de mantener el empleo.
Empresa y sindicatos han fijado un plazo de alrededor de un mes para desarrollar las condiciones de la figura del autónomo dependiente, que tendrá una retribución fija garantizada de 17.000 euros netos anuales, un salario que, con la remuneración variable, se podría elevar a más de 20.000 euros.
Esta retribución está por debajo de los 28.000 a 30.000 euros netos anuales que cobraban actualmente, por lo que se han acordado indemnizaciones para compensar la pérdida salarial, según las mismas fuentes.
La compañía justificó la necesidad de reestructurar su red de ventas por el elevado coste fijo del modelo actual y por el cambio de tendencia en el consumidor hacia productos más baratos. Su objetivo es conseguir un "modelo sostenible de distribución" que se adapte a las condiciones de mercado.