BARCELONA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La filial española de Sony cerró su último año fiscal --de abril de 2008 a marzo de 2009-- con una drástica caída del beneficio neto, tras registrar un resultado consolidado de 7,05 millones de euros, frente a los 23,43 millones de euros del año anterior, lo que supone un descenso del 70 por ciento.
Por su parte, las ventas de la compañía retrocedieron un 13,7 por ciento, hasta los 2.148 millones de euros, y las exportaciones descendieron un porcentaje similar, hasta los 1.403 millones de euros.
En rueda de prensa, el director general de Sony España, Pedro Navarrete, explicó que los resultados de Sony se pueden tildar de positivos si se tiene en cuenta el contexto y que la caída en la cifra de negocio de la compañía es inferior a la media del mercado español de la electrónica de consumo, que fue del 15 por ciento. Además, constató que la "terrible" y "tremenda" caída de los precios en el segmento de pantallas planas, cifrado en un 25 por ciento, ha contribuido a presionar los márgenes a la baja.
Ante este escenario, Navarrete abogó por no ser catastrófico --se declaró "relativamente optimista"-- hasta comprobar el comportamiento del mercado para después de verano y, sobre todo, en Navidades, época clave en volumen de ventas.
Preguntado por el tan a veces cuestionado futuro de la planta de Viladecavalls (Barcelona), dijo que la fábrica tendrá continuidad si logra mantener su producción en torno al 1,5 millones de unidades, una cifra que este año prevé alcanzar si el mercado lo permite. "Mantener la manufactura aquí es una especie de lujo", constató, tras afirmar que por ahora la compañía descarta expedientes de regulación temporales o despidos.
En este sentido, Navarrete valoró como positivo el esfuerzo realizado por el comité de empresa, trabajadores y dirección para pactar un acuerdo para reducir costes salariales. La multinacional logró cubrir con bajas voluntarias el 100 por ciento del excedente calculado en Viladecavalls, ya que 93 personas han abandonado la fábrica en el último medio año.
Esta medida se suma a la congelación salarial pactada de dos años, siempre con el compromiso de la dirección de mantener en funcionamiento la factoría durante este periodo con un mínimo de 1.000 trabajadores. Sony cerró el año con 2.498 trabajadores, 289 menos respecto al último ejercicio.
Sony posee en el mercado español una cuota del 16,5 por ciento, seguido de otros fabricantes de la talla de Samsung o Philips. A pesar de la presión de la competencia, la filial no prevé fabricar para terceros y su apuesta para ser competitiva pasa, según Navarrete, por invertir en I+D. En 2008 destinó a esta partida 14,80 millones de euros, un 11 por ciento menos respecto al último año fiscal.