MADRID, 22 Feb. (OTR/PRESS) -
Según el consenso económico que elabora PricewaterhouseCoopers (PwC), basado en un panel de expertos, la economía española se contraerá un 2,3 por ciento de media en 2009 y un 1,2 por ciento en 2010. La mayoría de los encuestados opinan que, a pesar de todas las medidas tomadas, la situación no mejorará hasta el segundo semestre de 2011. De hecho, tan solo un 16 por ciento de los expertos vaticina una recuperación anterior a ese año. El 70 por ciento de los empresarios temen un empeoramiento de los resultados y la rentabilidad en los próximos meses.
PricewaterhouseCoopers (PwC), ha desarrollado un consenso económico correspondiente al primer trimestre de 2009, en el que se ha preguntado a 317 expertos y empresarios sobre la situación económica actual y las previsiones para los próximos años. Según los datos recogidos, la economía española caerá un 2,3% de media en el año 2009 y un 1,2 por ciento en 2010. La mayor parte de los expertos vaticinan que la crisis no remitirá hasta el segundo semestre de 2011, basándose en evidencias actuales como la brusca desaceleración de la actividad, la destrucción de empleo, el frenazo de la demanda interna y el deterioro del sector exterior. Además, calculan que solo se podrá superar la crisis de forma "lenta y muy difícil". De hecho, tan sólo un 16 por ciento de los expertos creen posible una recuperación anterior al 2011.
Las opiniones recogidas no presentan un panorama muy prometedor: tres de cada cuatro encuestados defienden la teoría de que la economía acelerará su caída en los próximos seis meses, el 90 por ciento de los expertos afirman que las empresas mantendrán o reducirán sus plantillas durante 2009, mientras que el 77 por ciento coincide en que las compañías no volverán a crear puestos de trabajo, al menos, hasta dentro de dos años.
La mayoría de los expertos destacan, como medidas de política económica prioritarias para propiciar e impulsar una salida de la crisis, el aumento del gasto público en infraestructuras, reformar y dotar de más recursos al sistema educativo , abordar una reforma laboral que abarate los despidos en nuevos contratos y, por último, el incremento del gasto público y privado en I+D+i. Los panelistas coinciden, también, en corroborar el rápido deterioro que sufre la situación económico-financiera de las familias en los últimos trimestres, a pesar de que han moderado su pesimismo en relación al consumo privado y la inversión en vivienda.
LAS EXPECTATIVAS EMPRESARIALES
En cuanto a la situación de las empresas, los datos recogidos anuncian una mala situación de cara al 2009. El 71 por ciento de los economistas encuestados prevén un empeoramiento de los resultados y la rentabilidad en los próximos meses. Por otro lado, nueve de cada diez expertos creen que las condiciones monetarias y financieras de las compañías son desfavorables y lo más probable es que continuará igual o peor en los próximos meses, según el 84 por ciento de los encuestados. El seis de cada diez panelistas opinan que uno de los sectores más perjudicados va a ser el de las ventas al exterior, mientras que tan sólo un 30 por ciento espera que permanezcan estables.
A pesar de la predicción tan pesimista que hacen los expertos, la mayoría coincide en que no advierten peligro de deflación. Según el consenso, vaticinan un descenso progresivo del IPC, llegando a alcanzar cotas negativas en el mes de junio. Pero a partir de ese momento, se alcanzará un punto de inflexión que empujará al índice hasta el 1,1 por ciento y comenzará a subir a final de año.