MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Economía había informado al PSOE de que el Gobierno estaba preparando un plan para salvar Bankia aunque sin precisar exactamente la cuantía de los fondos que serían necesarios inyectar para garantizar la solvencia de la entidad, ni tampoco se pusieron nombres encima de la mesa.
No obstante, según las fuentes consultadas por Europa Press, aunque en los contactos de Economía con el PSOE no se han puesto nombres encima de la mesa, lo que sí dejó claro el Ejecutivo es que la caja necesitaba una gestión profesional.
La información trasladada por el ministro Luis de Guindos a los socialistas ha sido genérica, sobre el sistema financiero en su conjunto y en particular, sobre el plan que se está preparando para la entidad presidida por Rodrigo Rato.
Tanto es así que en estas conversaciones informativas --"no a nivel de negociación", según precisaron las fuentes consultadas--, el Gobierno no había adelantado al PSOE que la segunda fase de la reforma del sistema financiero fuera a ir el próximo viernes al Consejo de Ministros, como ha anunciado esta mañana el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Fuentes socialistas consultadas por Europa Press han asegurado que el Ejecutivo no era proclive a mantener la caja en solitario, sino que hubieran preferido una fusión y también querían que la caja tuviera "por fin", según aseguran, un gestor profesional.
De hecho, desde el PSOE se culpa al gobierno de Esperanza Aguirre de buena parte del deterioro que ha sufrido la caja en los últimos años, cuando estaba al frente de ella Miguel Blesa, por el control político que había sobre la misma.
Por ello, las fuentes socialistas consideran que es una buena noticia que ahora pueda haber un gestor profesional y además, estiman "muy importante" que se clarifique la situación de Bankia porque concentra más de la mitad del riesgo bancario español.
Lo que sí consideran una mala decisión imputable a Rato es la fusión con Bancaja, ya que antes de ésta, alegan, Caja Madrid ya tenía problemas, que han empeorado con la incorporación de Bancaja, con una gran cartera de suelo por urbanizar, que se sumó al riesgo inmobiliario que ya tenía la entidad de Rato. "El objetivo no son entidades más grandes, sino entidades sanas", apostillan.