TOKIO, 11 May. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Japón tiene previsto inyectar alrededor de cinco billones de yenes (43.572 millones de euros) en un fondo creado para ayudar a Tokyo Electric Power (Tepco) a compensar a las víctimas de la crisis en la planta nuclear de Fukushima y evitar la ruina financiera de la mayor empresa de servicio público de Asia.
El plan, que está previsto sea aprobado por el consejo de ministros este jueves, está diseñado para proteger a los tenedores de bonos y mantener la cotización de las acciones de la compañía, aunque la empresa se verá forzada a renunciar al pago de dividendos durante años, según informaron legisladores del partido gobernante.
Esta ayuda es el resultado de semanas de discusiones entre los funcionarios gubernamentales, banqueros y ejecutivos de Tepco sobre quién debe pagar la factura de la crisis en la planta de Fukushima, que fue paralizada tras el terremoto del 11 de marzo, y el posterior tsunami, en el Noreste de Japón.
Tepco y los bancos acreedores han presionado para lograr una mayor ayuda estatal, avisando que los problemas en el principal emisor de deuda corporativa de Japón (el 8% del total) podían desestabilizar el mercado financiero. Por el contrario, muchos políticos defienden que los accionistas y los gestores son los responsables de la crisis.
El Gobierno nipón inyectará los cinco billones de yenes en bonos especiales que podrán ser convertidos en efectivo para controlar el impacto inicial de los pagos a los residentes de los alrededores de la planta que fueron evacuados o los correspondientes a otras compensaciones. De esta manera, la compañía podrá repartir la carga en sus cuentas en varios años.
Según una simulación del Gobierno, si la compensación alcanza los cinco billones de yenes, Tepco tendrá que devolver 200.000 millones de yenes (1.742 millones de euros) cada año durante los próximos 13 años, mientras que el resto tendrá que ser asumido por otras empresas de servicios público.
Con este acuerdo, los accionistas y los tenedores de bonos estarán en principio protegidos, aunque uno de los legisladores aseguró a los medios que pasará una década antes de que la empresa, famosa por sus generosos dividendos, vuelva a abonarlos.