ERC dice que una huelga general "no es deseable ni buena"

Actualizado: martes, 15 junio 2010 14:38

MADRID 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de ERC, Joan Ridao, ha afirmado que una huelga general "no es deseable, no es buena y no va a solucionar absolutamente nada". Ridao dijo esto después de que ayer CC.OO. y UGT anunciaran que la huelga general se convocará "casi con toda probabilidad" para después del verano, "en los meses de septiembre u octubre".

En declaraciones a Telecinco recogidas por Europa Press, Ridao manifestó que los sindicatos "quizá preventivamente" convoquen la huelga para "septiembre" porque para entonces el "Gobierno habrá cerrado la reforma laboral y quizá habremos conocido también cuál es el alcance de la reforma del sistema de pensiones", la cual "tiene un poco asustado" al líder de ERC.

"Yo entiendo la inquietud y quiero comprender también el motivo que lleva a los sindicatos a convocar una huelga. Otra cosa es que yo creo que no es deseable y no es buena y no va a solucionar absolutamente nada", argumentó.

Asimismo, opinó que las organizaciones sindicales no convocarán la huelga general únicamente con motivo de la "reforma laboral" y recalcó que, a su juicio, es "una respuesta y una reacción lógica ante unas medidas del Gobierno en materia de austeridad que hacen descansar todo el peso de la crisis básicamente en los sectores más débiles".

"Estamos hablando de pensionistas, de personas dependientes, de trabajadores públicos y ahora una reforma laboral que todavía no sabemos en que dirección va a ir pero que puede ser una autentica contrarreforma o una involución de los derechos sociales. Ese es el caldo de cultivo ante el que los sindicatos convocan esta huelga", subrayó.

REFORMA LABORAL

Sobre los límites del despido contemplados en la reforma laboral, Ridao expresó que es "una raya roja" que ERC tiene "claramente trazada" y dijo que no tiene "ninguna posición dogmática" porque no actúa "como correa de transmisión ni de los sindicatos ni de la patronal". "Creo que sólo se puede concretar el despido en un supuesto y es en el caso de que se haga inviable la continuidad de un proyecto empresarial pero en ningún caso para que el empresario pueda ahorrar costes. En el tema del despido nosotros no vamos a jugar", señaló.

Además, añadió que en el documento que le remitió el Gobierno este fin de semana "básicamente hay algunas mejoras sustanciales en el ámbito de la contratación" aunque "hay muchas dudas y muchas incógnitas sobre un aspecto fundamental como es la flexibilidad interna de las empresas y otro aspecto como es el tema del despido". "No vamos a estar por una reforma dura que facilite o favorezca el despido sino por una reforma que básicamente tenga en cuenta un objetivo central que es ensanchar la cañería de entrada al mercado de trabajo, que es el objetivo fundamental", anunció.

En este sentido, apuntó que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, "el otro día se lió, después del Consejo de Ministros, verbalizando y especulando públicamente con el tema del despido y con los seis meses".

Para Ridao "la reforma laboral era necesaria y ha sido largamente postergada". Sin embargo, reconoció que "la reforma no va a solucionar la crisis, ni tan siquiera va a incidir" en ella y se mostró partidario de su tramitación como proyecto de ley porque, desde su punto de vista, "no puede ser un cheque que nos den desde el Gobierno". "No puede ser como el decreto de ajuste que impuso de forma unilateral, por ejemplo, una congelación de pensiones o unas medidas de carácter social totalmente injustas y poco equitativas. Creo que el Gobierno lógicamente va a corregir el tiro", opinó.

"Quiero una reforma progresista pero también reformista, que tenga como principal objetivo primero no sólo pensar en los que ya tienen trabajo sino también en los que no lo tienen, que están en el paro y también que la patronal tenga muy en cuenta que hay un objetivo fundamental para que una empresa vaya bien y es que haya confianza y estabilidad en el puesto de trabajo. Creo que ese punto de encuentro es posible si el Gobierno cede y también si se aparca la intransigencia por parte de los agentes sociales y económicos", argumentó.

Preguntado sobre si su postura en la reforma tiene que ver con las elecciones catalanas, Ridao dijo que él no hace "ningún cálculo huista ni partidista". "La posición más fácil para mí ante los sindicatos que están en contra y la patronal también sería decir que no juego a esta partida y voy a estar porque si vengo pidiendo desde hace mucho tiempo una reforma estructural del mercado de trabajo no sería lógico que yo me inhibiera y me apartara", sentenció.