Recuerdan que la PAC constituye la primera red de seguridad para los agricultores
MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de España junto a representantes de Francia, Portugal, Irlanda, Finlandia y Grecia han pedido de forma conjunta y consensuada a la Comisión Europea que se aumente el presupuesto de la Política Agrícola Común (PAC) y se lleve a cabo una reforma "ambiciosa".
En concreto, la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, junto a los titulares de Agricultura de Francia, Stéphane Travert; de Portugal, Luis Capoulas; de Irlanda, Michael Creed; el secretario de Estado de Finlandia, Jari Partanen, y el secretario de Agricultura de Grecia, Charalampos Kasimis, han acordado una declaración común en defensa de una financiación adecuada de la futura PAC.
De esta forma, los seis países han instado a Bruselas a que el presupuesto para la próxima PAC esté al nivel de la actual para poder "responder con éxito a los desafíos económicos, medioambientales, del cambio climático y sanitarios".
Además, han lamentado "profundamente" que la Comisión Europea haya propuesto, para el futuro marco financiero plurianual 2021-2027, una reducción del presupuesto, ya que consideran que la PAC contribuye a que la Unión Europea sea una de las principales potencias agrícolas del mundo.
España, Francia, Portugal, Irlanda, Finlandia y Grecia han recordado a la Comisión Europea que la disminución del presupuesto supondría un "riesgo sin precedentes" para la viabilidad de las explotaciones agrarias europeas, para los ingresos de los agricultores y para su capacidad de hacer frente a las demandas de la población de una alimentación saludable, sostenible, asequible y de calidad.
"Gracias a la PAC, la UE ofrece un suministro seguro de productos agrarios que responde a los máximos estándares sanitarios y medioambientales, a costes razonables, que permiten que los productos europeos sean competitivos en el comercio internacional", han asegurado en su declaración ministerial.
Los titulares de Agricultura han afirmado que el papel de la Unión Europea es "esencial" para apoyar la "necesaria transformación" de las explotaciones agrarias, para que puedan hacer frente a estos retos, desarrollar su resiliencia, aumentar su competitividad, y garantizar el relevo generacional.
Así, han vuelto a insistir en la necesidad de garantizar una "competencia leal" entre los Estados miembros y de alcanzar un "equilibrio justo" entre, por un lado, los objetivos y herramientas comunes, y por otro, la flexibilidad necesaria en su aplicación nacional.
LA PAC PERMITE MANTENER LA ACTIVIDAD AGRARIA
España, Francia, Portugal, Irlanda, Finlandia y Grecia que han mostrado esta propuesta conjunta han recalcado que la PAC permite mantener una actividad agraria en todos los territorios de Europa, lo que contribuye a la vitalidad de las zonas rurales, incluidas las regiones ultraperiféricas y las islas, y a la integración europea.
Por otro lado, han constatado que el sector agrícola y agroalimentario europeos, al estar abiertos a los mercados internacionales, se exponen al aumento de la volatilidad de precios mundiales, por lo que consideran que la futura PAC debe seguir orientándose a los mercados.
Sin embargo, han señalado que "son conscientes" de que el apoyo a la agricultura de la UE contribuye a limitar los efectos de la volatilidad de precios y a reducir la incidencia de factores externos en los mercados agrícolas vulnerables.
Por otro lado, los representantes europeos han constatado que los mecanismos puestos en marcha por la PAC tienen un efecto directo sobre los ingresos de los agricultores, que siguen siendo inferiores a los de otros sectores. En ese contexto, recuerdan que la PAC constituye la primera red de seguridad para los agricultores.
Por último, señalan que la agricultura europea debe hacer frente a nuevos desafíos, principalmente ante las grandes expectativas de la sociedad, en particular en lo que se refiere al medioambiente, lucha contra el cambio climático, protección de la biodiversidad y de la salud, lo que refuerza la necesidad de una "reforma ambiciosa" de los instrumentos disponibles de la PAC.