Las eléctricas consideran que el informe de la UE es "erróneo" al incluir costes adicionales como las renovables
MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea sitúa a España como el país de la Unión Europea con mayores costes en la actividad de distribución de electricidad por kilovatio hora (kWh), según el cuadro sobre esta actividad incluido en el borrador del estudio sobre costes del sector que está elaborando la Dirección General de Energía del Ejecutivo comunitario, al que ha tenido acceso Europa Press.
Este cálculo con los costes de distribución de electricidad en la Unión Europea corresponde al ejercicio 2012 y será incluido dentro de un amplio estudio sobre costes energéticos que será presentado previsiblemente en las próximas semanas.
La cuantificación de costes de distribución ha generado malestar entre las eléctricas, para las que en el borrador "se llega a la errónea conclusión" de que las redes en España son de las más caras. Las conclusiones son, a juicio de las empresas, "erróneas y alejadas de la realidad."
En concreto, fuentes de las compañías eléctricas aseguraron a Europa Press que los cálculos de Bruselas integran partidas "que no tienen nada que ver con la distribución", entre ellas "las primas a las energías renovables y otros costes de política territorial y energética".
El borrador de la Comisión incluye un cuadro de costes de transporte y distribución de electricidad elaborado con datos de Eurostat en el que los primeros rondan los 6 céntimos por kilovatio hora (kWh) en España, mientras que los segundos se sitúan algo por encima del céntimo por kWh.
La cifra de 6 céntimos ofrecida para la distribución en España es muy superior a la de los países con menores costes identificados, Reino Unido y Bulgaria, con apenas 0,5 céntimos, y lidera la clasificación de la UE, por delante de Eslovaquia, Bélgica o Suecia, donde el coste ronda los 5 céntimos.
En el caso del transporte de electricidad, hay once países que superan los algo más de un céntimo por kWh de España, entre los que destaca Dinamarca, con más de 3 céntimos. Pese a ello, en el sumatorio de transporte y distribución, España ocupa la primera posición, con casi 7 céntimos por kWh, y es junto a Eslovaquia y Dinamarca el único país que supera los 6 céntimos. Reino Unido, Bulgaria y otros ocho países están por debajo de los 4 céntimos.
LAS ELÉCTRICAS DISCREPAN.
Los datos del borrador, que circulan desde finales del año pasado, han encontrado contestación entre las eléctricas españolas, que sostienen que Bruselas no ha profundizado en el análisis de los componentes de costes, lo que conduce a una conclusión "errónea".
"Se incluyen partidas que, en realidad, no tienen nada que ver con la distribución, como son las primas a las energías renovables y otros costes de política territorial y energética, dando la sensación de que el gran incremento de los precios en España se debe a una subida de costes de las redes de distribución, cuando no es así", señalan las empresas.
Los costes de distribución, indican, se publican anualmente en el BOE y se sitúan en el entorno de 2 céntimos por kWh y equivalen a menos de 5.000 millones de euros al año, cuando las asunciones del documento de Bruelas los elevarían a casi 15.000 millones "al incluirse erróneamente las citadas ayudas a las renovables y otros costes políticos y sociales".
INFORME DE KPMG.
Un informe de KPMG para la patronal Unesa indica que la retribución media a la distribución en Europa --se analizan 14 países-- es de 2,2 céntimos por kWh, mientras que la de España es de 1,9 céntimos. A España le superan nueve países, entre ellos Reino Unido (2 céntimos), Francia (2,5), Suecia (3,1) o Bélgica (3,2).
El informe indica también que el coste medio de la distribución por cliente al año es de 179 euros en España, frente a la media de 257 euros. En Suecia se llegan a pagar 838 euros, mientras que en Noruega se alcanzan 670 euros y en Bélgica, 460 euros.
En euros por kilómetros de línea, en España se pagan 5.470, frente a la media de 6.620 euros en los catorce países europeos. Bélgica, con 13.502 euros, es el que más pagan, frente a los 8.643 euros de Francia o los 8.476 euros de Países Bajos.