MADRID, 7 Oct. (EDIZIONES) -
Las falsificaciones se han convertido en una plaga social y económica comúnmente tolerada entre muchos consumidores. Y sus efectos tienen un gran impacto económico que supone no solo la pérdida de ventas para las empresas, sino que también provoca desempleo y una reducción de los ingresos fiscales.
Su impacto se estima en 338.000 millones, el 2,5% del comercio mundial, según los cálculos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Sólo en la Unión Europea las falsificaciones supusieron para las marcas unas pérdidas de ventas directas estimadas en más de 37.000 millones de euros en 2015. Y en España el año pasado se incautaron mercancías falsificadas por un valor superior a los 700 millones de euros.
La inmensa mayoría de las personas que adquieren estos productos son conscientes de que compran productos falsificados y lo hacen de buen grado. Además ahora se falsifica todo y los productos que más se falsifican son "los que están más de moda".
PRODUCTOS ELECTRÓNICOS Y DE MODA
También hay un auge de las falsificaciones de productos electrónicos. En muchos casos se trata de componentes para la configuración de ordenadores y a accesorios para la fabricación de teléfonos móviles.
El sector con mayor pérdida de ventas por las falsificaciones es el de la confección, el calzado y sus accesorios. Se estima que cada año este sector pierde más de 26.300 millones de euros en ventas directas, lo que conlleva una pérdida de 362.600 puestos de trabajo.
El 74% de las pérdidas totales del sector la confección, el calzado y sus accesorios en la UE se dan en sólo cinco países de los veintiocho: Italia (17%), España (16%), Reino Unido (14%), Alemania (13%) y Francia (13%).
En España las intervenciones en materia de propiedad industrial durante 2015 supusieron la actuación en 1.545 delitos o faltas, en los que se decomisaron más de 7,6 millones de objetos, con 1.453 detenciones o imputaciones.
Estos datos forman partan del estudio 'Falsificaciones 2016. Impacto de las falsificaciones a nivel internacional, europeo y español' realizado por OBS Business School, y que resalta que los países emergentes aún no disponen de un sistema de control exhaustivo para este tipo de comercio.