MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
Fedea propone establecer un peaje que regule el acceso al centro de Madrid y Barcelona en las horas puntas, como una medida para atajar los atascos y la consiguiente contaminación en estas ciudades.
Así lo propone esta institución de reflexión y generación de ideas en un informe titulado "Atascos y contaminación en grandes ciudades: Análisis y soluciones", que firman los profesores Xavier Fageda y Ricardo Flores-Fillol.
Fedea propone articular un peaje de precio bajo, similar al de uno o dos euros que tienen otras ciudades europeas como Estocolmo. "Las experiencias existentes en esta y otras ciudades demuestran que los peajes, pese a suponer un sobrecoste bajo, pueden ser muy eficaces", señala el informe.
"Este sistema tiene la capacidad de acabar definitiva y permanentemente con los atascos, y el efecto de la ausencia de atascos sobre la contaminación atmosférica también sería rápidamente apreciable", añade el estudio.
Además, recuerda que los peajes son fáciles de diseñar e implementar y, además de "producir resultados inmediatos", generan recursos adicionales.
En la misma línea, indica que si se tiene en cuenta el ahorro de carburante que supondría eliminar los atascos, el importe del peaje podría incluso tener un efecto positivo sobre el gasto de los conductores, y todo ello sin considerar el "importante ahorro de tiempo".
En el caso de que el cobro de esta tasa no fuera suficiente para reducir la contaminación, el estudio de Fedea propone complementarlo con otro tipo de medidas, como articular incentivos a la compra de vehículos 'limpios' o fomentar la economía colaborativa como alternativa de movilidad.
PÉRDIDAS ASOCIADAS A LOS ATASCOS.
El informe considera "extraordinariamente graves" los atascos asociados al uso del vehículo particular y la contaminación atmosférica que generan en las grandes ciudades.
Según sus datos, el estudio estima que los conductores de Madrid y Barcelona pierden en atascos un cómputo de horas anuales equivalentes a alrededor a unos catorce días laborales, lo que se traduce en un coste de unos 175 euros para el conductor y de 840 millones de euros al año para el conjunto de la economía.