MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha asegurado que en la reunión que varios miembros del Gobierno de Mariano Rajoy van a mantener en Santiago de Compostela con altos cargos alemanes, incluido el titular de Fianzas, Wolfgang Schaüble, va a avisar de que la Unión Europea (UE) es como el "Titanic" en el que si hay un "hundimiento" se hunden "hasta los pasajeros".
Hasta Santiago se desplazarán, además de García-Margallo, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro español de Economía, Luis de Guindos, para participar en un seminario organizado entre el domingo y el martes por la Fundación Konrad Adenauer, vinculada a los democristianos alemanes de la CDU y con la que históricamente colabora el PP. Allí, los miembros del Gobierno español expondrán ante Schaüble y otros altos cargos alemanes la agenda reformista del Ejecutivo español.
"El ministro de Finanzas alemán es el hombre fuerte en esta materia e intentaré hacerles ver que ellos exportan el 50 por ciento de sus bienes al resto de la UE y que a si a nosotros nos va mal a ellos también les irán mal y que si hay un problema bancario, su cartera vale menos y a lo mejor tiene que acudir al rescate de sus propios bancos", ha recalcado García-Margallo en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press.
Dicho esto, el ministro ha defendido el plan de austeridad europeo aunque ha advertido de que sólo esto no es "suficiente" y que es necesario "estabilizar los mercados" y crear un Fondo Monetario Europeo común. A su juicio, el fondo de rescate de la UE es "demasiado pequeño" para poder convencer a los mercados de que "no les es rentable" apostar contra la deuda soberana de un país porque se va a acudir al rescate y, por tanto, "no van a ganar dinero",
En este sentido, García-Margallo ha asegurado que la "enfermedad" de la UE se debe a razones políticas y no económicas ya que la zona euro tiene "mejores números" que, por ejemplo, Japón o el Reino Unido. Por ello, ha abogado por intentar convencer a los mercados, "con señales políticas", de que la Unión Monetaria "se completa con un gobierno económico y con un programa de crecimiento porque hay 25 millones de europeos en paro".