BUDAPEST, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El nuevo Gobierno húngaro de centro derecha encabezado por el primer ministro Viktor Orban, que accedió al poder el pasado 29 de mayo tras obtener mayoría absoluta en las elecciones del pasado mes de abril, ha reconocido la "grave situación" de la economía de Hungría tras descubrir que el anterior Ejecutivo había manipulado las cuentas públicas, lo que abre la posibilidad de sufrir una crisis 'a la griega', según admitió el portavoz del primer ministro magiar, Péter Szíjjártó.
En una comparecencia ante los medios, Szíjjártó reconoció que las declaraciones del vicepresidente del partido gubernamental Fidezs, Lajos Kosa, recogidas por diferentes medios húngaros y en las que afirmaba que las cuentas públicas sufrían un deterioro mayor del reconocido por lo que la economía del país se enfrentaba a la posibilidad de sufrir una crisis como la de Grecia "no son exageradas".
No obstante, en declaraciones a la televisión húngara, el portavoz del primer ministro apuntó que Hungría todavía no se encuentra en la misma situación que Grecia por lo que adelantó que el Ejecutivo trabaja en un plan de choque para sanear las cuentas públicas que será presentado en menos de 72 horas.
"El anterior Gobierno de Hungría falseó los datos, igual que sucedió en Grecia, donde ya ha llegado el momento de la verdad. Hungría aún no está así", dijo Szíjjártó, quien subrayó que el nuevo Gobierno pretende evitar el destino del país heleno y aseguró que "tras tomar conciencia de cómo es la realidad no tendrá problema en actuar".
Las declaraciones del portavoz del primer ministro húngaro sacudieron provocaron el desplome de la Bolsa de Budapest, que suspendió momentáneamente la negociación del banco OTP, la mayor entidad del país, cuando perdía más de 10%, mientras el florín húngaro se depreciaba un 2% y tocaba su mínimo en un año frente al euro en 289,80 florines.
Por su parte, en el mercado de divisas el euro registraba este viernes su nivel más bajo frente al 'billete verde' desde julio de 2005 al cotizar a 1,2019 dólares, tras haber iniciado la jornada en 1,2162 dólares, ante los renovados temores al contagio de la crisis de deuda.