MADRID 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno no está estudiando un nuevo impuesto específico sobre los carburantes, en la línea del conocido como 'céntimo verde', para financiar el coste de las energías renovables y recalca que, aunque ve un "contexto favorable" a la utilización de mecanismos fiscales "especialmente en el sector de la energía" para contribuir a objetivos de política medioambiental, no adoptará ninguna medida "unilateral" al margen de la Unión Europea.
En dos respuestas parlamentarias a los diputados 'populares' Adelaida Pedrosa y Antonio Erías, a las que ha tenido acceso Europa Press, el Ejecutivo señala que "no se valora" la posibilidad de que "problemas que pudieran presentarse en algún sector" del mercado energético español pudieran solventarse "a través de la transferencia de recursos impositivos originados por el consumo de cualesquiera otros productos energéticos".
Asimismo, destaca que el Ministerio de Economía y Hacienda "no ha preparado propuesta alguna" en el sentido de crear una nueva tasa que grave los carburantes y el gas butano, o una especial para las centrales nucleares, "ni tampoco ha informado específicamente sobre las mismas hasta la fecha" y recuerda que, en relación con los ingresos de carácter tributario, "rige el principio de unidad de caja o principio de no afectación de los ingresos a finalidades determinadas".
SUBCOMISIÓN DEL CONGRESO
La creación de esta tasa fue uno de las razones que llevaron a los 'populares' a votar en contra del informe final de la Subcomisión de Estrategia Energética para los próximos 25 años, que entre sus recomendaciones planteaba que "se debería analizar la posibilidad y conveniencia de que los costes de las renovables fuesen soportados por el conjunto de los consumidores del sistema energético español".
Antonio Erías, portavoz del PP en esta Comisión, advirtió que el PP rechaza "radicalmente" esta posibilidad en el actual contexto de crisis. Tanto PSOE como CiU han insistido desde entonces en que es "totalmente falso" que este informe plantee un nuevo tributo.
El Gobierno considera que la introducción de un impuesto o de otras medidas de fiscalidad sobre los productos energéticos, especialmente los hidrocarburos, "se ha de valorar con cautela" desde diferentes perspectivas, como la incidencia en la recaudación tributaria o los efectos del consumo de dichos productos en el medio ambiente, pero también el impacto que pueda tener en la "reactivación de la economía en la coyuntura actual".
EL GOBIERNO ESTÁ "REFLEXIONANDO"
Pese a la negativa a esta tasa específica, el Ejecutivo desliza que existe un "contexto favorable" a la utilización de mecanismos fiscales para contribuir a la consecución de objetivos de política medioambiental "especialmente en el sector de la energía", por lo que "en España se está llevando a cabo la tarea de reflexionar" sobre qué cambios pueden introducirse.
No obstante, el Gobierno considera mejor "no actuar de manera unilateral", como han hecho otros Estados miembros de la Unión Europea, y esperará a que la Comisión Europea presente su nueva propuesta de Directiva sobre fiscalidad de los productos, pese aún ha sido presentada ni se dispone de borrador alguno de la misma.