Este año es el primero en que la recaudación se normaliza tras el fallo del TC
BARCELONA, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno catalán ha recaudado 31,7 millones de euros hasta julio por el impuesto sobre grandes establecimientos comerciales, frente a los 6,9 millones del mismo periodo de 2012, un 358% más debido a que en junio del año pasado el Tribunal Constitucional (TC) declaró legal el gravamen, que había sido recurrido por el Gobierno popular de José María Aznar en 2001.
Por provincias, Barcelona es la que tiene una mayor aportación con 27,2 millones, seguida de Tarragona con 3,5, y a gran distancia se encuentran Lleida, que ha recaudado de enero a julio 686.363 euros, y Girona, con 234.261, según datos de un informe de la Dirección General de Tributos y Juego de la Generalitat consultado por Europa Press.
Tan solo en julio, la comunidad catalana ingresó 15,8 millones de euros por este impuesto: Barcelona recaudó 14,7 millones, Tarragona 798.310 euros, Lleida 275.638 y Girona 60.621.
Fuentes de la Conselleria de Empresa y Empleo han explicado a Europa Press que 2013 es el primer año en que la recaudación de la Generalitat por el impuesto sobre grandes establecimientos comerciales se normaliza después del fallo del TC a favor de este gravamen.
Ello ha permitido que a partir de junio de 2012 se empezaran a desestimar los recursos presentados por algunas grandes superficies, y el pago se ha ido haciendo efectivo a partir de entonces.
TASA APROBADA EN EL 2000
Tras ser aprobada por el Parlament el 29 de diciembre de 2000, la ley de creación de la nueva tasa fue recurrida el 23 de marzo de 2001 ante el TC por el Gobierno central, que argumentaba en su recurso que el impuesto ideado por la Generalitat recaía sobre un concepto ya gravado por el IBI, que depende de los ayuntamientos.
La Generalitat aprobó la introducción de este impuesto específico de 17,42 euros por metro cuadrado para los comercios de más de 2.500 metros cuadrados, por cada metro adicional de superficie de ventas, un gravamen con el que el Govern esperaba entonces recaudar al año unos 14,42 millones de euros con el objetivo de destinarlos a la modernización del comercio urbano en Cataluña.
Este impuesto se puede fraccionar, y permite un primer pago del 60% en el mes de junio, y un segundo pago, del 40% restante, en noviembre y sin intereses.