BARCELONA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, ha defendido el paquete de reformas que el Gobierno ha llevado a cabo y ha asegurado que tanto las reformas como los presupuestos los ha hecho "por convicción propia y no por presión de los mercados ni porque se haya impuesto desde fuera".
En un almuerzo-coloquio en Fomento del Trabajo, De Guindos ha reiterado que España necesita una reforma de la sanidad y de la educación para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, por lo que ha defendido el recorte de 10.000 millones de euros que anunció el Gobierno el lunes en un comunicado de prensa.
Ha asegurado que todas las reformas, incluida la sanitaria y de la educación, forman parte de una hoja de ruta del Ejecutivo y que no se hacen "en absoluto, por imposición", aunque ha admitido que "puede haber fallado la comunicación".
Según De Guindos, la única alternativa para garantizar una sanidad pública universal de calidad y sostenible es "avanzar en el proceso de racionalización", porque si no, ha asegurado, es un sistema inviable.
"Lo que hemos tenido hasta ahora era una situación muy difícil de mantener en el futuro. Si queremos servicios públicos de calidad, es necesario que hagamos reformas", ha añadido.
"Los principales enemigos del sistema público de servicios son los que se niegan a hacer reformas", ha zanjado.
DEFENSA DE LA REFORMA LABORAL
El titular de Economía ha defendido también la reforma laboral, y ha animado a los empresarios a que la utilicen para crear empleo, ya que ha constatado que el Estado no puede hacerlo.
"Nunca han existido, en las últimas décadas, tantas posibilidades para crear empleo. Hay que aprovecharlas y utilizarlas", ha manifestado ante un centenar de personalidades del empresariado catalán.
Entre los presentes en el almuerzo figuraban el presidente de Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà; el director general de La Caixa, Juan Maria Nin; el presidente de Abertis, Salvador Alemany; el presidente de la Bolsa de Barcelona, Joan Hortalà, y el presidente de la Asociación Española de Directivos (AED), Ramon Adell.
También han asistido personalidades políticas como el conseller de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell; la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, Jordi Cornet.
MENOS PESIMISTA
De Guindos ha afirmado que el Gobierno mantiene las previsiones de crecimiento negativo del 1,7% del PIB para este año, pero se ha mostrado más optimista que unos meses atrás.
"Hace unos meses esperábamos que el primer trimestre de este año hubiera sido más negativo, pero la impresión que tenemos ahora no es así. Va a continuar la destrucción de empleo sin duda, pero no va a seguir la aceleración intensa que vivimos desde mediados del año pasado", ha argumentado.
Ha constatado que se empieza a ver cierta estabilización de los deterioros en España, lo que va a permitir que el año que viene se registre "algo de crecimiento positivo".
"Las reformas, más pronto que tarde, harán sus efectos. Estoy convencido de que va a salir el sol", ha concluido.