MADRID 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
La siete hijas del fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, renunciaron en 2004 a la gestión y la propiedad del grupo empresarial a cambio de pagos anuales en efectivo y varias propiedades inmobiliarias, según dos ratificaciones del acuerdo firmado el 27 de febrero de 2004 ante notario a las que tuvo acceso Europa Press.
Las hijas de Ruiz-Mateos dejaron la compañía en favor de sus seis hermanos varones en un momento en el que el patriarca de la familia atravesaba una grave enfermedad y estimaba conveniente aclarar la gestión de Nueva Rumasa de cara al futuro.
En el documento notarial firmado en julio de 2004, Rocío y Almudena Ruiz-Mateos Rivero ratifican "la decisión de 27 de febrero de ese año mediante la cual quedan desligadas de cualquier derecho sobre las compañías que componen o puedan componer el grupo empresarial familiar, con el objetivo principal de resguardar y mantener la sólida unión existente".
Este documento también esta firmado por Alfonso, Álvaro, José-María, Pablo, Zoilo y Javier Ruiz-Mateos Rivero que "conocen y asumen los compromisos puestos de manifiesto por sus hermanas" en febrero de 2004, que consisten en gestionar los pagos anuales por renunciar a la propiedad de Nueva Rumasa.
En el momento de la firma, las hijas de Ruiz-Mateos y Teresa Rivero recibieron varias cantidades de dinero, mediante diversos pagarés, y un piso cada una en la urbanización gaditana de 'La Alcaidesa'. "He recibido, como primer pago, una cantidad de dinero, mediante diversos pagarés", según la ratificación firmada por Begoña Ruiz-Mateos, que añade "a los que se irán sumando siguientes abonos como justiprecio".
El acuerdo incluía también pagos en efectivo anuales, a determinar por sus hermanos varones como gestores de Nueva Rumasa, y las futuras indemnizaciones por parte del Estado español por la expropiación de Rumasa en febrero de 1983.
BATALLA JUDICIAL ENTRE LOS RUIZ-MATEOS.
Estos documentos serán aportados a la causa penal abierta por la Audiencia Nacional contra el patriarca de los Ruiz-Mateos, su mujer y los seis hijos varones por la representación legal de Begoña Ruiz-Mateos para evitar el embargo de su vivienda familiar en la Calle Iglesias de Somosaguas, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas cercanas al caso.
Esta vivienda, que adquirió hace más de una década con su exmarido, pertenece a la sociedad Ergio Peninsular S.L. de la que Begoña es administradora única, pero la Audiencia Nacional la ha incluido dentro de la lista de embargos al identificar la sociedad como parte de Nueva Rumasa.
Según las mismas fuentes, esto se debe a que hace cinco años Begoña accedió a que sus hermanos hipotecaran la casa por 1,2 millones de euros para conseguir liquidez, a cambio de que ellos se hicieran cargo de las cuotas del préstamo, que hace un año dejaron de pagar y por lo que el banco también ha solicitado el embargo de la vivienda.
Además, el actual marido de Begoña, el italiano Antonio Biondini, ha perdido cerca de un millón de euros que depositó en Nueva Rumasa. De esta manera, se inicia el primer frente judicial entre los hermanos Ruiz-Mateos desde que el pasado mes de febrero anunciaran la quiebra de Nueva Rumasa.
Estos documentos contradicen la versión tanto de José María Ruiz-Mateos como de sus seis hijos varones, que aseguraron ante la Audiencia Nacional que todas las decisiones en la empresa las tomaba el patriarca, y demuestra que los hijos asumieron la gestión en 2004, según explicaron a Europa Press fuentes jurídicas cercanas al caso.