El mercado laboral se enfrenta a una nueva revolución que cambiará los empleos de menor calidad por otros de nueva creación
MADRID, 1 May. (EUROPA PRESS) -
El desarrollo de avances tecnológicos como la Inteligencia Artificial (IA) o la automatización cambiará radicalmente los mercados laborales a nivel global, aunque la inevitable destrucción de los puestos de trabajo más repetitivos, peligrosos o de peor calidad se verá más que compensada con la creación de nuevos empleos que tienen además la oportunidad de mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
Sin embargo, todo este proceso se desarrollará de forma gradual en los próximos años y supondrá un reto para los dirigentes de todo el mundo, que deberán ser proactivos a la hora de adoptar medidas, con la educación en el centro de las mismas, para que este proceso de transición al que ya se ha empezado a enfrentar el mercado laboral tenga el menor impacto posible en los ciudadanos.
Las expertos consultados por Europa Press coinciden en desechar algunas de las ideas que en los inicios de las nuevas tecnologías apuntaban a que la tecnología destruiría el empleo y los robots sustituirían a los humanos, y consideran que estos avances crearán nuevos empleos y transformarán otros como ya ocurrió en revoluciones anteriores.
En este sentido, la directora general de DigitalES, Alicia Richart, ha asegurado que es optimista sobre el impacto de las nuevas tecnologías en el empleo en el medio plazo. Así, ha reconocido que inicialmente habrá probablemente una rápida destrucción de empleo que afectará a los puestos más repetitivos y predecibles y a los trabajadores con menor nivel educativo, pero gradualmente se irán creando nuevos empleos y reconvirtiendo otros.
El secretario general de la Universidad a Distancia de Madrid, Eugenio Lanzadera, ha señalado que, en su opinión, la tecnología no destruye empleo, sino que lo adecua haya donde realmente se necesita y con los perfiles que se necesitan. "Todo es progresivo, no se van a destruir todos los puestos de una fábrica para sustituirlos por robots", ha incidido.
Algunos de los últimos informes publicados van en esta misma línea. Por ejemplo, el Foro Económico Mundial (FMI) considera que, aunque la pérdida de empleo en la producción continuará a medida que las empresas automaticen su trabajo, la pérdida neta será menor de la que algunas estudios prevén. Además, un análisis de la consultora tecnológica Gartner considera que la IA creará de cara a 2020 alrededor de 2,3 millones de empleos, frente a los 1,8 millones que eliminará.
PRECEDENTES HISTÓRICOS.
El crecimiento exponencial de la tecnología y la disrupción que conlleva están provocando cambios estructurales en la economía y los mercados laborales, lo que inevitablemente genera incertidumbre. Sin embargo, no es la primera vez que la humanidad se enfrenta a lo largo de la historia a cambios que modifican la forma de trabajar y que generan emociones negativas entre las personas.
De hecho, Richart ha recordado que el movimiento ludita atacaba las fábricas en el siglo XIX para acabar con las maquinas que destruían el empleo y que el economista John Maynard Keynes ya habló del desempleo tecnológico en el año 1930 en la Residencia de Estudiantes de Madrid.
Lanzadera ha añadido que en el pasado los avances en la industria llevaron a la gente a moverse del campo a las ciudades y a los agricultores a aprender a manejar una máquina. Ahora con la globalización creada por los avances tecnológicos, la mano de obra tiene que moverse de un país a otro y los robots necesitarán alguien que los maneje y los controles
Un reciente estudio elaborado por la Organización Nacional para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) con datos de 32 de sus países miembros revela que casi uno de cada dos empleos es probable que se vea afectado "significativamente" por la automatización, aunque incide en que la diferencias entre países son "grandes". Por ejemplo, apunta que el 33% de los puestos de trabajo en Eslovaquia son "altamente automatizables", frente al 6% de Noruega.
ABORDAR LA TRANSICIÓN
En este momento de cambio, los expertos consideran que los más importantes es abordar este periodo de transición entre la desaparición de los empleos que ya no son necesarios y la creación de las nuevas profesiones, que ya están teniendo problemas para encontrar trabajadores con la cualificación necesaria para ello.
El catedrático de economía aplicada y miembro del Grupo de Sabios sobre Inteligencia Artificial y Big Data creado por el Gobierno, Andrés Pedreño, ha incidido en la importancia de ser "muy proactivo" a la hora de entender los impacto de la IA y los datos y ser capaces de explotar sus potencialidades. "Aquellos países que están tomando una posición inteligente de desarrollo de estas nuevas tecnologías van a poder máximizar mejor y en más corto plazo muchos nuevos empleos", ha afirmado.
En este contexto, todos los expertos coinciden en el papel fundamental que juega la educación, tanto a la hora de formar trabajadores en las nuevas tecnologías y capacidades como en la de "hibridar el lenguaje computacional" a otras materias más tradicionales. Todo ello requiere cambios "radicales" en el sistema educativo, que deben además aprovecharse las oportunidades que ofrece la tecnología en formación, como la aparición de los MOOC (cursos online masivos y abiertos).
Asimismo, la directora general de DigitalES ha añadido que, además de educación, es necesaria "actitud" y "buena predisposición" para afrontar este proceso, y ha recordado que hay habilidades relacionados con la creatividad, la interacción social o la destreza manual que "la IA nunca va a conseguir".
Un informe del Foro Económico Mundial apunta que aproximadamente el 35% de las habilidades demandadas para puestos de trabajo en todas las industrias cambiarán en 2020, lo que además aumenta la necesidad de destreza, recapacitación y mejora de habilidades para adultos a lo largo de la carrera profesional.
RETOS PARA ESPAÑA
En el caso de España, un informe de PwC prevé que la repercusión de la IA ser "muy liviana" a principios la década de 2020, en la que solo un 3% de los empleos podría estar en riesgo por la automatización. Sin embargo, con el tiempo este porcentaje que aumentará hasta el 21% a mediados de los 20s y hasta el 34% a partir de 2030.
Pedreño ha incidido en que el primer reto para España reside en la transformación de los sectores más importantes para el país, como el turismo o algunas industrias, para que sean competitivas en el actual entorno. Además, se debe impulsar el desconocido tejido de startups que hay en España y en el que, según afirma el catedrático, se encuentra alguna que se convertirá en "empresas de referencia en los próximos años".
Por su parte, Richart ha instado a aprovechar que España cuenta con la "mejor competitividad del mundo" tras Corea y Japón, que le da al país una ventaja competitiva, así como con expertos con muy buena formación y una mente emprendedora. Por ello, ha abogado por intentar traer inversión y empresas a España, aprovechando que para ellas es más barato desde el punto de vista inmobiliario instalarse aquí.