Inspectores acusan a Hacienda de ofrecer una amnistía fiscal a los titulares de las cuentas en Suiza

Actualizado: jueves, 24 junio 2010 16:32

MADRID 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) aseguró este jueves que el trato que se está dando a los presuntos defraudadores de miles de millones de euros a través de cuentas opacas en Suiza "es escandaloso e injusto" y supondrá en la práctica una "amnistía fiscal".

La Agencia Tributaria ha enviado requerimiento a los titulares de unas 3.000 cuentas bancarias en Suiza para que se pongan al día con Hacienda.

Según argumentaron los inspectores en un comunicado, la Agencia Tributaria, en lugar de haber iniciado inspecciones de estos contribuyentes o, en su caso, haber puesto en conocimiento de la Autoridad Judicial los presuntos delitos fiscales cometidos, ha "requerido" a estos contribuyentes para que presenten declaraciones complementarias.

Con ello, explican, evitan su responsabilidad penal e incluso las sanciones administrativas, sustituyéndose todo ello por un recargo que no excede del 20% de las cuantías presuntamente defraudadas. "Estas actuaciones suponen un escandaloso privilegio para unas personas que presuntamente han incumplido gravemente sus obligaciones fiscales", añaden.

Por tanto, en la práctica, Hacienda permite a estos contribuyentes regularizaciones, incluso parciales, y les pone sobre aviso de la información de que dispone la Administración Tributaria. "De producirse regularizaciones, probablemente serán sólo parciales, no aflorando estos defraudadores más que los importes que la propia Agencia Tributaria les informa que conoce", apostillaron.

Además, el colectivo apunta que si desde instancias gubernamentales se ha justificado el trato fiscal a las SICAV con el argumento del riesgo de deslocalización y de fuga de capitales de endurecer su régimen fiscal, por este mismo motivo "se debería ser especialmente duro e implacable con unos contribuyentes que han deslocalizado sus capitales ilegalmente, con un gravísimo perjuicio a la economía".

INEFICACIA PROBADA DE ESTAS PRÁCTICAS

Según recordaron, la Agencia Tributaria ha actuado de la misma forma que cuando recibió el listado de cuentas opacas en Liechtenstein, esto es, emitir requerimientos "invitando amablemente" a que los contribuyentes implicados regularizasen voluntariamente su situación fiscal.

"El resultado, más de dos años después, no ha podido ser más desalentador: regularizó voluntariamente un 20% de los contribuyentes", afirmaron los inspectores antes de añadir que "los que no han regularizado no han pagado los impuestos, supuestamente defraudados, ni se les ha impuesto ningún tipo de medida cautelar, ni personal, ni prisión, ni patrimonial, ni ningún otro tipo de embargo".

A su juicio, con este precedente es más que probable que, si se repite este modo de actuación, el porcentaje de "regularizaciones voluntarias" será todavía menor y "el escándalo para la opinión pública aún mayor".

En este contexto, la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda instó a que se realice la adecuada comprobación de las declaraciones complementarias para evitar situaciones donde el cumplimiento de dichas obligaciones fiscales no fue comprobado y quedó al albur de lo que quisieron los propios defraudadores.

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