MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las dudas sobre la solvencia de España en el primer semestre de 2012 provocaron una ralentización en esos meses de las inversiones extranjeras en inmuebles, que, una vez disipados estos temores, experimentaron un repunte en el último tramo año, arrojando un incremento para el conjunto del ejercicio del 17%, frente al 23,6% del año anterior.
Las estadísticas del Banco de España reflejan que los inversores foráneos inyectaron en 2011 4.723 millones de euros en activos inmobiliarios, desde viviendas hasta oficinas y centros comerciales (el banco emisor no ofrece datos desagregados), lo que supuso un incremento del 23,6% más respecto al año precedente.
Sin embargo, durante el primer semestre de 2012 esta tendencia se interrumpió. Entre enero y junio del pasado año, estos inversores sólo depositaron 2.445 millones de euros, prácticamente lo mismo que en el mismo periodo de 2011, cuando esta cifra alcanzó los 2.432 millones de euros.
Ahora bien, estas inversiones se incrementaron en el segundo semestre, hasta superar los 3.000 millones de euros, un 35% más que en la segunda mitad de 2011.
El director de Inversiones de CB Richard Ellis, Mikel Marco-Gardoqui, asegura en declaraciones a Europa Press que la diferencia entre el primer y segundo semestre del pasado año fue "visceral". Así, en el primero "la actividad inversora fue muy baja por el riesgo que se percibía sobre una posible salida de España del euro".
Sin embargo, en los cuatro últimos meses del año "esa duda se había disipado". En ese momento, prosigue, se produjeron el 60% de las operaciones de inversión del año, según los datos de la consultora, con un gran empuje por parte de los agentes internacionales, sobre todo de inversores oportunistas y de aquellos que buscan buenas ubicaciones.
EL EFECTO FISCAL
Por su parte, el director general de Negocio de Aguirre Newman, Ángel Serrano, coincide en que "las turbulencias de los meses de abril y mayo de 2012 hicieron que muchas operaciones de inversión en centros comerciales, oficinas u hoteles se suspendieran".
Tras el verano, señala, el mercado se recuperó, porque este segundo semestre suele ser más positivo que el primero y porque, en el caso de la vivienda, hubo un incremento de las compraventas para anticiparse a la subida del IVA a partir del 1 de enero de 2013.
EL GOBIERNO CREE QUE ESTAS INVERSIONES SON CLAVES
El Ministerio de Fomento asegura en el Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda (PITVI) 2012-2024 que "la demanda por parte de los extranjeros es crítica para el saneamiento y recuperación del sector", que apenas ha logrado reducir su 'stock' sin vender en 8.000 viviendas desde sus niveles máximos en 2009, hasta los alrededor de 680.000 inmuebles.
De hecho, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, llegó a plantear la posibilidad de otorgar el permiso de residencia a los extranjeros que compraran una vivienda en España de más de 160.000 euros.
Las inversiones extranjeras en inmuebles en España se redujeron progresivamente desde 2003, cuando alcanzaron los 7.072 millones de euros, hasta los 6.650 millones en 2004, los 5.495 millones en 2005 y, finalmente, los 4.716 millones en 2006.
Sin embargo, esta tendencia se corrigió en 2007, ya que en el conjunto del ejercicio se contabilizaron 5.341 millones de euros procedentes de inversores extranjeros en viviendas, un 13,3% más respecto a 2006.
En esta línea, se computaron 5.331 millones de euros como consecuencia de las inversiones directas de los extranjeros en España hasta el cierre de 2008, un 1% más que en 2007. En 2009, la crisis del 'ladrillo' desincentivó estas inversiones, que cayeron un 31,4%, hasta los 3.654 millones, mientras que en 2010 volvieron a crecer un 4,5%, hasta los 3.820 millones.
ENTRAN CASI 10 EUROS MÁS DE LOS QUE SALEN
Con todo, por cada euro que los españoles invierten en inmuebles en el extranjero entran algo más de nueve euros a España procedentes de inversores foráneos.
Así, los flujos al extranjero descendieron un 3,5% en 2012 en comparación con el año anterior, con 596 millones de euros, una caída mucho más moderada que la experimentada en 2011, del 23,4%.
Desde el año 2003, las inversiones en el exterior de las administraciones públicas y otros sectores residentes, excluido el Banco de España, crecieron progresivamente en los cuatro siguientes años, pasando de 388 millones de euros en aquel año a 781 millones en 2004, 1.510 millones en 2005, 2.269 millones en 2006 y 3.365 millones en 2007.
Sin embargo, la tendencia se truncó en 2008, en plena crisis económica, y estas inversiones cayeron hasta los 1.789 millones de euros, un 46,8% menos que un año antes, marcando una tendencia que se mantuvo en 2009, con un descenso del 44,9%, y que aún no ha cesado. En 2010, las compras de viviendas en el extranjero volvieron a caer un 18,2%, hasta los 807 millones.