MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los aproximadamente 300 mineros que protagonizan la Marcha Negra en protesta por los recortes del Gobierno a las subvenciones al carbón para este año han lanzado gritos contra el presidente, Mariano Rajoy, y su Ejecutivo a su paso junto al palacio de La Moncloa.
Durante su camino hacia la Ciudad Universitaria de Madrid por la carretera de La Coruña (A-6), los mineros han pasado junto a la sede de la Presidencia del Gobierno, y han aprovechado para intensificar sus gritos y cánticos contra el Ejecutivo.
'Somos mineros, no terroristas' o 'Fuera, Rajoy' han sido algunos de los cánticos que, acompañados por continuos silbidos y pitos, han lanzado los manifestantes, que están acompañados por un centenar de ciudadanos, entre los que se encuentran los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC.OO., Ignacio Fernández Toxo.
Lanzando petardos y voladores, los ciudadanos que se han unido a la Marcha Negra portaban camisetas verdes con el lema 'Sí a la reactivación de las comarcas mineras', que contrastan con las camisetas negras que han identificado a los mineros en las más de dos semanas durante las que han recorrido España hasta llegar a la capital.
Ahora que las dos columnas procedentes de las diferentes cuencas mineras se han juntado, la protesta forma un colorido grupo de banderas autonómicas y pancartas con lemas como: 'El Gobierno, los bancos, La Moncloa y La Zarzuela son mucho menos rentables que el carbón. Todos al paro, golfos'.
IMPORTANTE PRESENCIA POLICIAL
Sin embargo, el paso junto al Palacio de La Moncloa, rodeado por un importante dispositivo de Antidisturbios de la Policía Nacional, ha sido el único momento de tensión en este recorrido, que ha comenzado hacia las 19.30 horas desde el Colegio Rosa Luxemburgo de Aravaca.
En general, la marcha hacia la Ciudad Universitaria está siendo tranquila y sin disturbios, y los mineros están recibiendo el apoyo de algunos conductores que pasan por la autopista, y que expresan su respaldo a la protesta haciendo sonar el claxon. Sin embargo, las críticas lanzadas por algunos ciudadanos han provocado el enfado de algún minero, sin que la situación haya pasado a mayores.