PARÍS, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La creciente importancia económica registrada en las últimas décadas por el mundo del fútbol y las astronómicas cifras que se manejan en las principales ligas del planeta suponen un fuerte reclamo para actividades criminales como el tráfico de personas, la corrupción, la evasión fiscal y el tráfico de drogas, así como el vehículo ideal para el blanqueo de capitales, según refleja un informe elaborado por el Grupo de Acción Financiera de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En este sentido, el informe señala que no siempre es la rentabilidad lo que atrae a los criminales al mundo del deporte, sino que a menudo el deporte es utilizado como vehículo para ganar prestigio y escalar en la sociedad, ganando presencia en los círculos de poder.
Asimismo, la OCDE destaca la dificultad de cuantificar el valor económico del deporte y apunta que las últimas estimaciones señalan que la industria deportiva en Europa representa entre un 0,5% y un 3,7% del PIB de la UE.
"El influjo de las grandes cantidades de dinero tiene el efecto positivo de aumentar las infraestructuras deportivas y su disponibilidad para más personas, aunque también acarrea las consecuencias negativas de un mayor riesgo de corrupción y la uitilización del deporte como instrumento para lavar dinero", advierte la institución.
De este modo, el estudio señala que virtualmente todos los deportes pueden ser objetivo de los criminales, aunque afirma que los aparentemente más vulnerables son el fútbol, las carreras de coches y de caballos, el cricket y el baloncesto.
EL FÚTBOL, ENTRE LOS MÁS VULNERABLES PARA EL CRIMEN
En el caso del fútbol, la OCDE señala que se trata del deporte más popular a nivel mundial, con unos 38 millones de futbolistas profesionales y 5 millones de arbitros, cuyos ingresos se han multiplicado en los últimos años como resultado de las ventas de derechos televisivos y los patrocinios por parte de empresas.
Asimismo, el informe señala que la "globalización sin precdentes" del mercado laboral futbolístico y el flujo de dinero a través de las fronteras representa un gran oportunidad para el blanqueo de capitales.
En este sentido, la institución internacional advierte de que el 'deporte rey' es vulnerable ante las prácticas criminales debido a la facilidad con la que se puede entrar en él, la complejidad de sus redes y funcionamiento, caracterizado por su opacidad, así como por la escasez de gestores profesionales y la diversidad de estructuras legales.
De este modo, la OCDE señala que las cantidades invertidas en el mundo del fútbol pueden ser utilizadas para integrar dinero de origen ilegal dentro del sistema financiero.
"Los clubes de fútbol son vistos por los criminales como los vehículos perfectos para el lavado de dinero", afirma el informe de la OCDE, que recuerda la larga tradición en este deporte de personajes con exposición política (algunos incluso con antecedentes criminales) que realizan grandes inversiones en clubes de fútbol como medio para ganar estatus social.
"Se ha observado cómo en muchos países los propietarios o inversores de clubes de fútbol se adjudican contratos de obras públicas", señala el documento.
Asimismo, la OCDE advierte de que la internacionalización del mercado de jugadores añade al riesgo de blanqueo de capitales la posibilidad de utilizar el fútbol como instrumento para la evasión de impuestos, el tráfico de drogas, el fraude e incluso el tráfico de personas.
En este caso, el documento hace hincapié en los jóvenes jugadores captados principalmente en Africa y América Latina, cuyas condiciones de contratación y acomodo a menudo son poco claras.